Tras haber batallado contra el futurista clan de Black Moon, los clandestinos Cazadores de la Muerte y los letales miembros del Reino Oscuro, Sailor Moon –famosísima heroína nipona de anime e historieta, creada por la mangaka Naoko Takeuchi en los 90s– ha vuelto a ser convocada para darse a la lucha. Por el gobierno japonés, dicho sea de paso, que decidió traer del retiro involuntario a la damisela animada para que lo ayude a combatir… el brutal ascenso de casos de sífilis en el país. Tal como suena: a décadas de haberse coronado leyenda contemporánea, la poderosa –y ficcional– blonda ha sido fichada por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar para ser el rostro visible de una campaña de concientización que busca bajar los alarmantes índices de enfermedades de transmisión sexual que aquejan a la mentada nación. Emperifollando ya su carita desde preservativos con embalaje rosado y forma de corazón (60 mil de ellos, para más precisiones), hasta 150 mil folletos y más de 5 mil afiches en vía pública que instan a que hombres y mujeres se hagan controles regulares bajo slogan “Si no lo haces, ¡te castigaré!”. Ok… 

   “Al usar al popular personaje, el gobierno pretende controlar la epidemia de sífilis, cuyo contagio ha crecido rápidamente entre jóvenes”, asegura Kazanari Asanuma, jefe de la división de Tuberculosis y Control de Enfermedades Infecciosas del Ministerio. E brote es especialmente preocupante en mujeres de 20 años y hombres con entre 20 y 40, pasa nota el diario Japan Times. Y otros medios suman que a razón de 4 mil personas habían contraído la infección hacia noviembre de 2016, cinco veces más que en la misma fecha de 2011; un número que no se repite desde 1974. Empero, con el poder de la luna a su favor, Sailor Moon podría detener la escalada. Siempre y cuando, los fans vuelvan a favorecer el benefactor mensaje de una heroína que regresa de los 90 para evitar que los japoneses continúen retrocediendo.