¿Cuánto de traumático y cuánto de placentero tiene la construcción de un personaje? “Depende, según Darín, que es experto en la materia. “En teatro, la búsqueda, la aproximación al entendimiento de un personaje, que es tratar de descubrir cómo vive y cómo piensa para después averiguar qué es lo que le duele, ese proceso de aproximación que, por lo general, es más paulatino y episódico que en el cine, es bastante traumático. Y lo es porque hay una zona en la que no sabés dónde estás parado. No sabés si los elementos que estás reuniendo, la investigación que estás haciendo o el intento de aproximación es acertado o no. Hay semanas en las que te sentís absolutamente perdido”. Darín lo define como un proceso necesario en el que “nuestra procesadora está acumulando información y la va macerando”. En el mejor de los casos, “se produce que un día te baja toda la información y por algo inimaginable sentís que estás parado sobre los pies de un personaje. No hacés cosas que no necesita el personaje. Eso es cuando estás empezando a pensar y a sentir como el personaje. Entonces, el proceso en el teatro es mucho más traumático porque pasa por muchas etapas”. Respecto del cine, Darín afirma: “En el cine hay un proceso mínimo de aproximación trabajado generalmente con el director o con el guionista en el que se establecen algunos parámetros del movimiento inicial, porque todos sabemos que la cronología del rodaje nunca va a respetar la cronología de la historia. A lo mejor, el primer día de rodaje capaz que te toca la toma 86. ¿Qué sabés qué le va a pasar a ese personaje cuando pase por la escena 86? Y después tenés que hacer la 2 porque es en la misma locación y la 147 que está cerca del final de la película. A menos que sea una estructura narrativa muy específica y muy clara en cuanto a sus movimientos, generalmente lo que hacés es tirar al bulto en lo inicial”, se sincera el actor. “Pero tirando al bulto ya estás estableciendo características del personaje, quieras o no. Yo trato de establecer tres o cuatro variantes, porque si no en la tercera semana de rodaje decís: ‘No, este tipo no parpadea nunca’. Es la parte más divertida del trabajo; es decir, el riesgo de equivocarte”, concluye Darín.
La construcción de los personajes
Este artículo fue publicado originalmente el día 15 de enero de 2017