El francés Stephane Peterhansel (Peugeot) ganó ayer el Dakar 2017, el décimo tercero en su historial –seis en motos y siete en autos–, al imponerse en la clasificación general a su compañero de equipo Sebastien Loeb, mientras que en motos el británico Sam Sunderland (KTM) terminó por primera vez la competencia y se llevó el título, a la vez que el argentino Pablo Copetti (Yamaha-Raptor 700) subió al tercer escalón del podio en cuatriciclos y Federico Villagra (Iveco) terminó cuarto entre los camiones.

Mr. Dakar –como se lo conoce a Peterhansel– se quedó con la novena edición sudamericana con un tiempo de 28h49m30s y relegó por 5m13s a Loeb, quien selló así su tercera participación en la carrera más extrema del mundo. Mientras, el tercer lugar fue para Cyril Despres, con lo que Peugeot copó el podio tres años después de su regreso oficial a la travesía. Entre los argentinos, una vez más el mejor fue Orlando Terranova (Mini), quien terminó sexto, a 1h52m del puntero. El piloto nacido en Mendoza indicó que “se volvió a la esencia de la carrera, con etapas muy divertidas y técnicas. Fue un Dakar muy lindo”.

Concluida la última etapa, que unió Río Cuarto con Buenos Aires, con un especial cronometrado de apenas 64 kilómetros, el británico Sam Sunderland festejó el triunfo entre las motos, en su tercera participación y en la primera en la que logró completar el recorrido. El hombre de KTM empleó un tiempo de 32h6m22s y relegó por más de media hora a sus compañeros Mathias Walkner y Joan Ferres Guell. Por su parte, el mendocino Franco Caimi (Honda) terminó su primer Dakar con un octavo lugar, a 1h42m18s.

En cuatriciclos se confirmó la victoria del ruso Sergey Karyakin (Yamaha Raptor 700), quien se convirtió en el nuevo campeón de la categoría con 1h14m51s de ventaja sobre el segundo, el chileno Ignacio Casale, mientras que Copetti subió al tercer escalón del podio. El cordobés, quien corre el Dakar desde 2010, solamente había terminado en 2011 en el quinto lugar, por lo que este tercer sitio es un trofeo más que merecido a su perseverancia en el rally, al que considera “una filosofía de vida”.

En camiones, el ruso Eduard Nikolaev volvió a ganar la etapa y quedó en lo más alto de la clasificación general, seguido por su compatriota Dmitry Sotnikov, a 18m58s. Detrás de los Kamaz quedaron los Iveco del holandés Gerard De Rooy, a 41m19s, y del argentino Federico Villagra. El Coyote intentó dar pelea pero debió conformarse con un valioso cuarto puesto.

Luego de casi nueve mil kilómetros, con dos etapas suspendidas y tres tramos reducidos a raíz de las malas condiciones climáticas, que incluyeron un alud en Jujuy, el Dakar llegó a su fin. Quedaron en el recuerdo las imágenes de los cientos de aficionados bolivianos que salieron a saludar el paso de los competidores a más de 3000 metros de altura; los accidentes espectaculares como el del español Carlos Sainz, cuando se desbarrancó en la cuarta etapa, o las sonrisas de los pilotos cuando pagaban con su propio dinero al cargar combustible cada amanecer. Y aunque no está definido qué países intervendrán (Chile tiene muchas opciones de regresar a la competencia), las autoridades de la organización ya confirmaron que el año próximo el Dakar volverá a Sudamérica.