Game of Thrones recuperó el control de los Emmy en la ceremonia llevada a cabo en Los Angeles en la noche del lunes, al ganar el premio mayor como Mejor Drama. El tanque de la cadena HBO ya se había llevado la misma estatuilla en 2015 y 2016, pero estuvo ausente en la edición 2017 por las reglamentaciones sobre las fechas de emisión para ser eligible. Esa ausencia permitió que el año pasado El cuento de la criada tuviera la oportunidad de brillar, pero el drama distópico dce la plataforma Hulu no pudo aferrarse a su corona en 2018.
De todos modos, Game of Thrones no pudo extender su dominio a otras categorías; el único premio que consiguió fue el de Actor de reparto para Peter Dinklage, el tercero que gana por la serie basada en los libros de George R. R. Martin. En una ceremonia impredecible, las categorías de Drama y Miniserie se mostraron repartidas, pero la serie de Amazon The Marvelous Mrs. Maisel derrotó a sus rivales de comedia. La dramedia sobre un ama de casa de los años ’50 que descubre que tiene talento para el stand up se las arregló para llevarse cinco premios, mientras que su mayor rival, Atlanta (protagonizada por Donald Glover), que había llegado a la ceremonia con buenos pronósticos, se fue a casa con las manos vacías.
La lista de ganadores en el Microsoft Theatre del centro de Los Angeles incluyó a Claire Foy por su performance final como la reina Elizabeth en The Crown, y Matthew Rhys por The Americans. The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story fue declarada Mejor Miniserie, mientras que Barry, la más reciente comedia de HBO, se llevó sorprendentes premios a la actuación para el protagonista Bill Hader y Henry Winkler en rol de reparto.
La edición número 70 de los Emmy fue también noatble por la sorprendente ausencia de la política. Aunque las celebraciones de Hollywood vienen haciendo una costumbre de sus protestas contra Donald Trump, el nombre del Presidente de Estados Unidos fue raramente mencionado, con los conductores Colin Jost y Michael Che –del elenco de Saturday Night Live- manteniendo sus parlamentos limpios del habitual tópico de discusión. En lugar de ello, sus monólogos, sketchs y bromas se centraron en la diversidad, el movimiento #MeToo y la baja de audiencia para los Emmy.
Otros momentos notables incluyeron el filoso discurso de aceptación que dio Betty White –de 96 años- al recibir su premio a la trayectoria; la presencia del personaje de Atlanta Teddy Perkins (todos creyeron que era Donald Glover quien estaba bajo la máscara, pero luego se aclaró que se trataba de su coprotagoniusta Lakeith Stanfield) y el emotivo discurso de Thandie Newton al recibir el premio a la mejor actriz de reparto por Westworld, quien comenzó diciendo “Ni siquiera creo en Dios, pero voy a agradecerle a ella”, dejó escapar un “fucking blessed” que la llevó a taparse la boca horrorizada y dedicó el triunfo a su hija, quien ese mismo día cumplía 18 años. Además, Glenn Weiss, quien ganó el premio a la dirección por un evento especial –la transmisión de los premios Oscar- se llevó uno de los momentos más destacados cuando le propuso matrimonio a su novia en el escenario: “¿Sabés por qué no puedo llamarte ‘mi novia’ Porque quiero llamarte ‘esposa’”, dijo, desatando una ovación en el teatro.
En general, los Emmy de 2018 encontraron a la TV en una encrucijada. Netflix y Amazon protagonizaron un choque de potencias, mientras que la estatuilla mayor fue para un serie de formato más tradicional como Game of Thrones. Amazon bien puede sentir que le ganó de mano a Netflix al quitarle la posibilidad de ganar en el rubro de Comedia; un recordatorio de que invertir millones y millones en contendio no garantiza un triunfo fácil en la temporada de premios.
De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.