Unas 2.000 personas marcharon ayer por las calles de Washington para protestar contra la retórica xenófoba y las políticas migratorias del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, así como contra los candidatos de “extrema derecha” nominados para su gabinete bajo el lema “Estamos aquí para quedarnos”.
Como parte de una acción conjunta convocada en más de 50 ciudades de todo el país, por parte de organizaciones pro derechos de los inmigrantes y derechos civiles, alrededor de dos millares de personas se manifestaron en la capital estadounidense clamando por los derechos de los inmigrantes.
Tras una dura y ofensiva campaña electoral, en la que el magnate amenazó con medidas de deportación masiva, las asociaciones que luchan por defender a los indocumentados se han unido para reivindicar su papel en la sociedad estadounidense a menos de una semana de la toma de posesión del multimillonario.”Estamos aquí para proteger a los inmigrantes y sus comunidades que tanto contribuyen a este país. No vamos a permitir que el miedo, el racismo y la intimidación triunfe”, dijo Gustavo Torres, director Ejecutivo de la organización Casa de Maryland.
Entre las principales reivindicaciones de ayer estuvo la de proteger de la deportación a los jóvenes indocumentados conocidos como “soñadores”, en caso de que Trump derogue las medidas ejecutivas que puso en marcha el todavía presidente Barack Obama para evitar que fueran devueltos a sus países y concederles permiso de trabajo. El programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) resguarda a más de medio millón de jóvenes inmigrantes que llegaron siendo muy niños a Estados Unidos, dándoles estabilidad a ellos y a sus familias.
Es el caso de Mónica Camacho, una joven indocumentada que llegó a Estados Unidos en 2002 con apenas 7 años desde México y que hoy ha querido sumarse a la protesta para dejar claro que, pese al miedo, seguirán luchando.
“Este es nuestro hogar. Como inmigrantes nosotros damos mucho para este país. Nuestros papás nos trajeron muy pequeños, y es también el país de nuestros padres”, aseguró en relación a aquellos que llevan décadas en suelo estadounidense. “La comunidad tiene miedo, está asustada, pero eso no nos va a parar para seguir luchando. Existe el temor de qué va a pasar pero seguimos juntos”, afirmó la joven.
La cofundadora de la organización United We Dream (Juntos Soñamos), Cristina Jiménez, dijo estar “sumamente orgullosa” de que personas de “conciencia y compasión” en el país apoyen DACA y con ello a familias como la suya y “la de millones de inmigrantes y refugiados que Donald Trump ha prometido embestir,” dijo.”Juntos, prepararemos a nuestras comunidades a oponerse a la agenda de odio y ganaremos”, señaló.
Los manifestantes y activistas marcharon desde la Iglesia Metropolitana AME de la capital estadounidense hasta las inmediaciones de la Casa Blanca.
“El pueblo unido, jamás será vencido”, “¿Qué queremos? Justicia. ¿Cuando? Ahora” y “Aquí estamos y no nos vamos. Y no nos echan, porque peleamos” eran algunas de las consignas que coreaban los inmigrantes. “Paren el régimen fascista de Trump/(Mike)Pence antes de que empiece”, “Muros no”, “Justicia para nuestra comunidad” y “Estamos aquí para quedarnos” eran algunas de las pancartas que llevaban los manifestantes.
El ecuatoriano Diego Chávez, que lleva 20 años viviendo en Estados Unidos sin papeles, acudió con su mujer y sus hijos a esta iglesia afroamericana porque teme que pueda ser deportado tras la llegada de Trump al poder. “Tememos que nos puedan deportar. Nosotros ya tenemos inversiones aquí y no sé lo que va a pasar con esas inversiones si nos echan del país”, explica Chávez.
“Esta es mi casa” rezaba la chapa que lucía en la solapa el salvadoreño Mauriño Argueta. “No somos ni criminales ni violadores ni narcotraficantes, venimos a trabajar”, explicó este inmigrante, haciendo referencia los insultos que Trump lanzó durante la campaña electoral contra los mexicanos, que sentaron muy mal dentro de la comunidad hispana.