La maestra jardinera Daphne Bernacchi, docente con más de treinta años de trayectoria, se refirió a uno de los temas central del informe del Cinea, la desigualdad de género en los modelos de crianza de los hogares argentinos y explicó que “como siempre se dice, y no por eso deja de ser cierto, el machismo está arraigado, desde hace décadas, en la forma en que se educa a los propios hijos”.

Si bien Bernacchi reconoce que “se pueden notar cambios específicos, por ejemplo, en la presencia de los padres en las reuniones del jardín o cuando se buscan a los chicos a la salida de la escuela, cuestiones que hace años era realmente impensada”, la docente asegura que es muy difícil romper con las relaciones naturalizadas presente en estos modelos de crianza, sobre todo con la idea que la mujer debe estar en la casa y cargar con la atención cotidiana. En Argentina, de acuerdo con el estudio de la Untref, en uno de cada dos hogares los menores de 13 años son cuidados preferentemente por las mujeres con quienes residen.

“Por suerte, los pibes son quienes tienen menos prejuicios y no hacen tantas distinciones. Desde la escuela siempre hacemos énfasis en romper con el convencionalismo e incluir a todos, sin diferencia de género, en todos los juegos. Las chicas en el fútbol, los hombres jugando en la cocina, Ahora bien en el hogar ¿el pibe lavará los platos en su casa o sólo será tarea femenina? ¿Los chicos podrán jugar con muñecas? ¿Ellas podrán decir que ‘no sólo quieren mamás’, cuando les pregunten qué quieren ser cuando crezcan? Espero equivocarme pero no me arriesgaría a decir que hay una solución en el corto plazo, ya que es algo que cuesta mucho cambiar y debe trabajarse de generación en generación”, indicó la docente.