Ya no se trata sólo del dólar y la devaluación. El índice de precios mayoristas de agosto, y el acumulado de los últimos meses, refleja el impacto de la conducta de grandes empresas con posición dominante en diferentes mercados. Pese a la recesión interna, los formadores de precios siguen volcando la suba del dólar en sus facturas, más allá de su real incidencia. Y no sólo las empresas privadas: también lo hace el Estado nacional, como se ve reflejado en el incremento del rubro energía eléctrica en agosto. El índice de precios internos al por mayor que computa el Indec registró en agosto un aumento del 4,8 por ciento, con lo que el aumento de precios con respecto a agosto del año pasado trepó al 51,4 por ciento. Habría que remontarse muy atrás en el tiempo para encontrar un registro similar, que llevaría a una comparación con la “híper” que sufrió el gobierno de Raúl Alfonsín a fines de los 80, antes de su salida anticipada. Ni siquiera los registros del convulsionado año 2016, con la megadevaluación y desregulación generalizada de la economía, justificada por el gobierno de Mauricio Macri en la apertura del “perverso y malísimo cepo”, superan los actuales: en ese año estreno del gobierno de Cambiemos, la inflación mayorista de los primeros ocho meses del año acumuló un 30,7 por ciento. Este año 2018, de enero a agosto ya lleva computado un aumento del 43,1 por ciento. Y el pronóstico para los meses por venir pinta un panorama sombrío.
En detalle por rubro, la inflación mayorista interna de agosto se explica por una suba del 4,8 por ciento en los precios nacionales y 5,9 por ciento en los importados. La aproximación del incremento en los primeros al de los últimos señala la presencia del fenómeno de “nacionalización” de la devaluación: indiferentemente de su origen, los productos y servicios aumentaron acompañando la variación en el tipo de cambio.
Entre los productos nacionales, los primarios se encarecieron en un 3,7 por ciento en el mes, los manufacturados en el 4,8 por ciento y la energía eléctrica (que el Indec presenta como sub-rubro aparte) muestra un aumento del 22,5 por ciento, siendo el más elevado de todo el cuadro. Vale recordar que la política tarifaria del gobierno ha sido la de eliminar los subsidios al precio que pagan los usuarios por este consumo esencial, además de asumir que el costo en combustible del sector también se actualice de acuerdo al precio internacional y al valor del dólar. Considerando los últimos doce meses, se observa que los productos nacionales aumentaron en 49,8 por ciento, los importados en 72,3; y entre los primeros, los productos primarios lo hicieron en un 65,4 por ciento, los manufacturados en 44,2 y energía eléctrica, acumuló en el último año un aumento del 79,9 por ciento.