El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dijo ayer que “sería un orgullo” que Elisa Carrió se postule en la Ciudad de Buenos Aires este año. La referencia a la posible candidatura de la líder de la Coalición Cívica no es inocente: los macristas, y en especial el jefe de Gobierno, ven en la diputada el mejor antídoto para frenar a Martín Lousteau, quien ya estuvo a punto de quebrar la hegemonía PRO en el distrito en las elecciones de 2015 y ahora amaga con dejar la embajada argentina en Estados Unidos para regresar como candidato a diputado.
A Carrió se le vence el mandato de diputada en diciembre de este año. Hace ya tiempo que viene trabajando políticamente para postularse a senadora en la provincia de Buenos Aires, pero la candidatura en la ciudad es una alternativa que ni ella ni su socio Mauricio Macri descartan.
“Lilita nos dijo muy claro lo que nos ha dicho siempre: alrededor del final del verano va a evaluar con Macri, y tomará también nuestra opinión en cuenta, para decidir cuál es el lugar donde puede aportar mejor a Cambiemos”, declaró Rodríguez Larreta a radio Mitre.
Rodríguez Larreta necesita evitar que Lousteau haga definitivamente pie en el distrito. El ahora embajador en Estados Unidos estuvo a paso de quitarle el sueño de ser jefe de gobierno hace poco más de un año. Si decidiera presentarse en las legislativas de este año, el PRO no tiene –al menos perfilados– por ahora candidatos de peso para enfrentarlo. Una derrota a manos de Lousteau en las elecciones de medio término complicaría los planes de Rodríguez Larreta de conseguir su reelección como un peldaño más en la escalera hacia su mayor sueño: la Presidencia de la Nación.
Al margen de las ambiciones personales del jefe de Gobierno, para Macri y el PRO un eventual triunfo de Lousteau significaría la instalación en el escenario de una figura con juego propio, que ya ha dado muestras de sus ambiciones y señales de que su integración a la actual gestión es circunstancial.
Contra un avance de Lousteau en el PRO imaginan dos movidas. Una es tratar de acorralarlo dentro de una interna de Cambiemos, lo que dependerá también de la ficha que finalmente decidan jugar los radicales porteños que le aportan a Lousteau la estructura en la que se sustenta. La otra, para el caso de que el economista no acepte competir dentro del oficialismo y trate de reeditar ECO o haga alguna alianza similar, es recurrir a Carrió para cerrarle el paso en las urnas.
“Está alineada con colaborar siendo candidata en el lugar donde todos evaluemos que puede aportar más”, aseguró Rodríguez Larreta sobre Carrió, en un mensaje de que tal vez su destino electoral vuelva a ser este año la Ciudad de Buenos Aires y no la provincia. Pero la última palabra no será suya, sino de Macri y Carrió en función de sus propios intereses.