Los tres miembros de la comunidad mapuche Pu Lof que permanecían detenidos desde el martes pasado tras el allanamiento violento que realizó Gendarmería en su territorio fueron liberados en la tarde de ayer. El juez federal Guido Otranto modificó la calificación de los delito por los que se los acusa y, aunque les permitió dejar la unidad penitenciaria 14 de Esquel, los procesó por resistencia a la autoridad, entorpecimiento de la circulación, daños agravados y lesiones leves, decisión que la abogada de los tres apelará en los próximos días. Un numeroso grupo de pobladores de esa comunidad y de otras mapuches de la zona los recibieron a la salida del penal.

“Recién ahora nos está bajando un poco la tensión, desde el martes que no nos permitíamos ni llorar siquiera”, celebró la integrante y encargada de la comunicación de la comunidad, Soraya Maicoñia tras enterarse de la liberación de los tres lamien (hermanos). A pesar de que la liberación no significa la desvinculación de los pobladores de la investigación judicial, que continuará su curso, Maicoñia consideró el fin del encierro como “una batalla ganada, un paso más”. “Creemos que todo ayudó a que el juez entre en razones, pero fueron muy importantes la presión social, el acompañamiento de algunos medios y la presencia de los organismos de derechos humanos” en la zona.

Varios referentes de derechos humanos se acercaron el jueves a la comunidad, como la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, el CELS, Correpi y la APDH, o enviaron su apoyo vía comunicado, como el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Ayer, la Comisión Provincial por la Memoria exigió al gobernador Mario Das Neves a través de una carta “el cese de la persecución y la represión” a los integrantes de la comunidad Pu Lof. “El derecho de los pueblos originarios debe prevalecer por sobre los intereses del mercado y los empresarios poderosos”, sostuvo el organismo.

Los tres integrantes de la comunidad ubicada en el departamento de Cushamen, en el cruce de la ruta nacional 40 y el camino que conduce al pueblo de El maitén, en la cordillera chubutense, fueron detenidos durante un violento operativo que Gendarmería llevó a cabo el martes por la mañana en el campamento por orden de Otranto, quien había exigido la liberación de las vías por donde circula La Trochita. Fueron alojados en la unidad penitenciaria 14 de Esquel hasta ayer. El primer día estuvieron incomunicados. Al día siguiente, Otranto negó su excarcelación. Esa noche, Infantería de la Policía local volvió a atacar a la comunidad con disparos a mansalva. Diez integrantes de Pu Lof resultaron heridos, dos de ellos de suma gravedad que permanecen internados en la ciudad de San Carlos de Bariloche, en la provincia vecina.

Desde este mediodía, integrantes de diversas comunidades mapuches de Comodoro Rivadavia, Esquel, la meseta chubutense, Bariloche y la Comarca andina se reunirán en una “gran trawn” –junta mapuche– para “buscar estrategias de resistencia y fortalecernos entre nosotros”, contó Maicoñia. Fausto Jones Huala y Emilio Huala, los dos lamien que permanecen internados, evolucionan “muy lentamente”. Emilio aguarda el resultado de una resonancia magnética que defina qué operación debe practicársele para su fractura de mandíbula provocada por un balazo de goma, mientra que Fausto pasó a terapia intermedia, con un hematoma craneal y peligro de perder un oído.