En una sesión que tuvo momento de máxima tensión, el Concejo se disponía a aprobar ayer la declaración de Emergencia Social. La iniciativa, impulsada por el justicialismo y acompañada por el oficialismo y la izquierda, y que fue resistida por Cambiemos, iba a votarse por unanimidad, en un giro del bloque macrista anunciando en el recinto que iba a acompañar aunque intentó colar la discusión de la Emergencia en Seguridad. “Es un llamado de atención por las consecuencias de las políticas económicas del gobierno nacional, que fueron denunciadas hace dos años por los movimientos sociales”, señaló el concejal Eduardo Toniolli (PJ), impulsor de la ordenanza. Precisamente, las organizaciones sociales, junto a referentes gremiales y políticos realizaron una importante movilización que confluyó en el Palacio Vasallo para apoyar el proyecto. La sesión estuvo a punto de suspenderse cuando hubo forcejeos e insultos en las gradas, mientras el concejal Roy López Molina (PRO) realizaba un encendido discurso en defensa del gobierno nacional. Tras unos minutos de incertidumbre, en las que el presidente del cuerpo, Alejandro Roselló (PRO) pedía a los gritos pasar a un cuarto intermedio, los ánimos se calmaron y la sesión pudo continuar.
Los cruces verbales previos entre los ediles que apoyaban la declaración de Emergencia Social y los del bloque Cambiemos, quienes intentaron avanzar sobre tablas con la Emergencia en seguridad, presagiaban una sesión caliente en el Concejo. La llegada de una nutrida columna de dirigentes y miembros de organizaciones sociales activó un operativo de seguridad dentro y fuera del edificio ubicado en Córdoba y 1º de Mayo.
Según contaron algunos concejales, la reunión previa de Labor Parlamentaria que integran los presidentes de todos los bloques políticos fue áspera y demoró el inicio de la sesión que comenzó pasadas las 16. Con fuertes críticas al gobierno nacional, el concejal Toniolli dijo que el primer objetivo de la iniciativa, que luego repitieron otros ediles, es “llamar la atención de lo que está sucediendo en los barrios de la ciudad, y el Concejo es un espacio que va a atender esa situación”.
A su turno, el concejal López Molina sorprendió al anunciar que su bloque iba a votar finalmente la declaración de Emergencia Social. “Va a haber puntos de acuerdo al reconocer la alta complejidad económica y social, lo hizo el propio Presidente”, planteó el edil macrista. Pero su discurso fue mutando hacia las críticas al proyecto que, aseguró, avanzó “por un acuerdo entre el kirchnerismo, el socialismo y la izquierda”. Según López Molina, la iniciativa aprobada ayer contiene “expresiones de voluntarismo, todas facultades que ya tiene el Ejecutivo”.
Más allá de algunos abucheos y aplausos provocados por su exposición, en las que Roselló tuvo que intervenir en un par de oportunidades para pedir calma bajo amenaza de levantar la sesión, López Molina cambió de libreto y comenzó a referirse a los episodios de inseguridad que vive la ciudad. “No es ajena la Emergencia de Seguridad, hay que hacerse cargo y no enojarse. No hay 2001 ni helicópteros, hay un gobierna que gestiona y da respuestas”, gritó el concejal y fue entonces que en las gradas hubo corridas y escaramuzas que hicieron peligrar la sesión, hasta que el titular del cuerpo ordenó despejar recinto. “El PRO decidió traer hoy (por ayer) a todos sus asesores que nunca participan de las sesiones, tenían la orden de los dirigentes de copar las gradas. Estaba claro que la gente que tiene hambre está ofuscada y escuchar el relato de López Molina enoja e indigna”, apuntó la concejala Fernanda Gigliani (IP).
En la previa de la sesión, los referentes de los movimientos sociales brindaron una conferencia de prensa en la puerta del Concejo, acompañados por la mayoría de los ediles que apoyaron la iniciativa. “El hecho de que el Concejo declare la Emergencia Social es un reconocimiento a la realidad que nos ha impuesto este gobierno, que aplicó un ajuste feroz y cada vez hay más hambre, más necesidades y más chicos que sufren. Este reconocimiento va a permitir que se tomen medidas locales, pero lo importante es que esta unidad, sumada a la lucha en la calle va a parar el ajuste de Macri”, dijo Eduardo Delmonte de la CCC.
Por su parte, Alejandra Fedele, referente de la Ctep, indicó que “la situación es compleja, cada vez se suma más gente a los comedores y a las copas de leche. La Emergencia Social se pide principalmente pensando en los niños y en los adultos mayores que se están sumando y el gobierno nacional se tiene que hacer cargo y exigirle que deje de recortar el presupuesto”.
Según Mauricio Correa, de Barrios de Pie, una vez aprobada la ordenanza, los referentes de los movimientos sociales tendrán que juntarse con los representantes de los tres niveles del Estado “para cerrar un acuerdo y ver cómo entre todos enfrentamos el tema de la Emergencia Social porque en los barrios cada vez hay más hambre y la necesidad se va incrementando”.