La senadora catamarqueña Inés Blas dejó de ser la titular de la Banca de la Mujer en el Congreso, reemplazo que selló en la sesión histórico del 8 de agosto, cuando votó en contra de la interrupción voluntario del embarazo. En su lugar, por unanimidad, fue elegida la senadora pampeana Norma Durango, quien en aquella sesión reivindicó al movimiento feminista y votó a favor de la legalización del aborto “para que las mujeres tengamos más protección, menos violencia y dejemos de morir”. 

“Pongo a disposición mi renuncia a la comisión”, había dicho Blas al votar en contra del aborto y esta tarde en el Salón Ramella en el anexo del Senado sus compañeras de la Banca de la Mujer –integrada por todas las senadoras de los partidos políticos que tienen representación en la Cámara alta– le tomaron la palabra para nombrar a Durango, quien también preside la Comisión Bicameral de los Derechos del Niño. En tanto, la vicepresidencia continuará siendo ocupada por la senadora de Cambiemos Gladys González.  

“Los abortos se hacen y miles de mujeres abortan y mueren clandestinamente. El debate hoy es legal o ilegal. Esta ley no obliga o recomienda a nadie a abortar. Legaliza la práctica”, señaló Durango en la sesión de agosto y destacó que en esa jornada su banca era una extensión del colectivo de mujeres que “ha trabajado el país por el aborto legal, seguro y gratuito”.

A contramano del lugar institucional que ocupaba, Blas denunció “presiones” para cambiar el sentido de su voto, que afirmó al declararse “convencida de que terminar con un embarazo no deseado de manera violenta es evitable” y al solicitar a los Estados nacional, provincial y municipal que “de cumplimiento a la legislación vigente”.