El gobierno nacional entiende que todo es una mercancía, un costo mensurable en una planilla de Excel. Eso incluye al deporte. Y sobre todo, al deporte olímpico. Se explica en las tres reducciones sucesivas del presupuesto. En la ineptitud para ejecutar partidas del secretario del área, Carlos Mac Allister. En la falta de transparencia de su gestión, como sucedió con el affaire de las piletas de natación de su subsecretario Orlando Moccagatta y los subsidios injustificados a la Asociación del Bridge Argentino o al Córdoba Golf Club donde es directivo el empresario Aldo Benito Roggio. Ahora se espera la derogación de leyes de financiamiento para los atletas. La destrucción de la actividad se completaría bajo el imperio del FMI. Es lógico. Si la educación, la salud y la calidad de vida de la población no importan, ¿qué puede importarle a un elenco de ceos el deporte? La respuesta es poco o nada.
Podría parecer lo contrario porque el 6 de octubre empezarán en Buenos Aires los Juegos Olímpicos de la Juventud. Pero no. Es un evento que supuestamente le da valor agregado a la ciudad, una ciudad que invita a turistas con dólares para beneficiarse con la devaluación y empuja a sus propios ciudadanos a la desesperación cuando tienen que pagar las tarifas. Hay un ambiente en ebullición que se constata en la calle y que en el ambiente deportivo se nota en la lucha de los clubes de barrio, de la coordinadora de hinchas, de los trabajadores de UTEDyC, de los socios organizados que denuncian el propósito de convertir sus instituciones en sociedades anónimas.
Si se dolarizaran los presupuestos de que dispuso Mac Allister desde el comienzo de su gestión, pasó de 82 a 77,5 millones, de esa suma a 38 y para el año próximo bajará a 25 millones. El secretario de Deporte que aspira a gobernar La Pampa agravó la situación por su desidia para ejecutar los fondos disponibles. En su primer año como funcionario de Mauricio Macri no utilizó 392 millones de pesos, un 29,9 menos del monto que le habían asignado.
El periodista Ernesto Rodríguez en su blog Ephectosport.com.ar –el mejor informado en estos temas de política deportiva–, describió que “por la mala gestión desde la Secretaría de Deporte, sumada a los desbarajustes económicos generales, se perdió el 49% del presupuesto en valores reales” durante 2018. Lo que proyecta este porcentaje se completa con otros datos negativos. La ley 27.201 que estipula la asignación universal por hijo en el deporte será suprimida, como consta en el proyecto de presupuesto 2019. La 26.573 que financia al ENARD fue vaciada de contenido porque el dinero que recauda el impuesto del 1 por ciento a los celulares ya no va directamente al deporte olímpico. Todavía podemos estar peor. Macri y Mac Allister lo hicieron posible.