Con un nuevo “feriazo” en las plazas Constitución, Congreso y Once, al menos 170 pequeños productores cerraron la serie de reclamos que iniciaron el miércoles en Plaza de Mayo para visibilizar la crisis que atraviesa el sector producto de la devaluación y del desguace de la Secretaría de Agricultura Familiar. A lo largo de tres días convocaron a miles de personas que compraron a solo 10 pesos el kilo de las casi 150 toneladas de verduras que distribuyeron. Ningún funcionario se acercó a oír sus demandas. “Somos los que alimentamos al pueblo y no tenemos apoyo del Gobierno”, lamentó Zulma Molloja, una quintera de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT).
“Cada día y en cada plaza había al menos mil personas esperándonos, después se juntaban muchas más”, contó Franco Seghezzo, otro de los integrantes de la UTT que participó de la organización de los “feriazos” que fueron rotando por las cuatro principales plazas de la ciudad de Buenos Aires.
A cada una de ellas estaban destinados tres camiones con aproximadamente 7 mil kilos de verduras cada uno. Todo fue vendido sin intermediarios, de allí la explicación del precio y de la convocatoria. “Esto es la demostración clarísima de la crisis en que estamos”, añadió Seghezzo en diálogo con Página/12.
-¿El Gobierno envió a algún funcionario para hablar, hacerles una propuesta o solamente escucharlos?
-Sí, a la Policía -respondió el vocero, en referencia a los instantes de tensión que el miércoles vivieron en Plaza de Mayo cuando llegaron con los camiones cargados de verduras y gazebos, y fueron hostigados por las fuerzas de seguridad que intentaron impedir la instalación de los stands.
Tanto él como sus pares son víctimas de la drástica devaluación producto de la política económica y financiera del gobierno de Mauricio Macri. “Nos subieron los insumos que están dolarizados. Por ejemplo, el tarro de semillas de espinaca valía 700 pesos y ahora cuesta 2800. Los alquileres y las tarifas de la luz aumentaron. Nos suben los costos y no podemos producir”, ejemplificó Molloja, una productora de La Plata.
La modalidad de protesta fue también para denunciar que la gestión del ex ministerio y actual Secretaría de Agroindustria, conducidas por el ex presidente de la Sociedad Rural Luis Miguel Etchevehere, vació la Secretaría de Agricultura Familiar que prestaba asistencia técnica de profesionales a los emprendimientos rurales.
Para Seghezzo, las protestas de estos días fueron la demostración de que si los productores “se organizan en una feria directa, siempre va a haber quien consuma y quien produzca”. En su opinión, “esto es la demostración clarísima de que hay solución”. La salida está en sus dos ejes de su trabajo: acceso a la tierra y soberanía alimentaria, basada en la agroecología.
La UTT presentó en Diputados un proyecto de ley para la creación de una suerte de “Procrear rural” con el que grupos de familias de pequeños productores podrían acceder a la propiedad en que trabajan. “Nuestras propuestas son claras y sencillas. Si todos nuestros compañeros pudieran producir bajo el modelo agroecológico, el impacto positivo sería triple”, explicó el vocero. A nivel comercial, “no dependeríamos del precio en dólar de los insumos”, en lo ambiental “no se utilizarían agroquímicos” y desde lo social “se cambiaría la dinámica de las familias, tanto de las que producen como de las que consumen”.
Por su parte, Molloja puntualizó a Página/12 que “nosotros somos los que alimentamos al pueblo, el Gobierno no. Sin embargo, no tenemos el apoyo del Gobierno. Necesitamos políticas públicas y de acceso a la tierra”.