Lo que empezó siendo un chascarrillo en la red del pajarito podría convertirse en un film de gran presupuesto. A saber, cómo el asunto escaló de rápido... Los pasados días, el director y guionista brit Armando Iannucci, creador de la celebrada comedia política Veep, tuiteó a modo de broma: “Idea para un largometraje: Trump es drogado y mudado a una réplica de la Casa Blanca, donde piensa que sigue gobernando. Millones son gastados para contratar actores que interpreten a su personal, a senadores, a presentadores de noticias, a activistas en mítines. Ahí lo tienen, estudios; escucho al mejor postor”. Pues, al día siguiente, anotaba en otro tuit el señor Iannucci: “Ehhh... parece que Hollywood está interesado ¿Y ahora qué hacemos?”. Pues, al parecer una película, porque ni 1 ni 2 ni 3 productoras, ¡sino 8! contactaron de inmediato a Armando para fichar su posible cinta, suerte de Mentiras que matan y Presidente por un día, según presume la prensa norteamericana. Qué va, ni Julia Louis-Dreyfus, descacharrante protagonista de Veep, quiso quedarse fuera del hype y escribió (posiblemente en broma) que quería ser parte de Fake America Great Again, como se llamaría la película... “Todo inesperadamente emocionante, pero la mejor forma de ver a Trump fuera de la oficina es usar tu voto para detenerlo. Los republicanos no harán nada para obligarlo a rendir cuentas, así que votá a los demócratas en las venideras elecciones”, escribió el artista. Quien, en paralelo a ¿las negociaciones para su próximo film?, también fue noticia por viralizarse otra propuesta que echó a rodar en Twitter: que la gente editara fotos de Trump en reuniones de la Casa Blanca y lo reemplazaran por un pingüino. Éxito de convocatoria con cientos de fotos de pingüinos oficiando de señor presidente, tan verosímil como Donald en calidad de primer ministro.