Talleres y Vélez empataron ayer 1-1 en un duelo muy equilibrado jugado en Córdoba que tuvo mejor sabor para los dirigidos por Heinze, quienes sumaron un importante punto como visitante para la lucha en los promedios. La primera emoción estuvo a cargo del juvenil Nahuel Bustos quien, a los 11, abrió el marcador para los locales con la ayuda de una floja respuesta del ecuatoriano Domínguez. La igualdad para los de Liniers llegaría a los 57 –tras ver cómo Herrera le contuvo un penal a Vargas a los 20–, a través de un excelso remate de volea del lateral Braian Cufré.
Como es costumbre, Vélez manejó la pelota durante buena parte del encuentro y fue en esos lapsos que mostró su mejor versión. Pero ni Robertone ni Vargas, los más capacitados para marcar la diferencia por los de Liniers, tuvieron una tarde iluminada. Talleres, por su parte, apostó a lo seguro: la seguridad de su arquero, la recuperación del interminable Guiñazú y la generación de juego a cargo del zurdo Juan Ramírez. Pero los primeros funcionaron mejor que Ramírez, por lo que el empate, en definitiva, tampoco tuvo mal gusto para los cordobeses.