Al menos 25 personas murieron ayer, luego de que cuatro hombres abrieron fuego contra un desfile militar en Irán. Minutos después, el Estado Islámico (EI), se atribuyó el atentado. Según la agencia estatal IRNA, las víctimas fueron 12 miembros de la Guardia Revolucionaria y varios civiles, entre ellos niños. Además registraron más de 60 heridos, muchos de los cuales continúan en estado crítico. En cuanto a los tiradores, dos de ellos fueron abatidos y los otros consiguieron escapar.
Un vocero de la Guardia Revolucionaria aseguró que los atacantes eran cuatro miembros del grupo separatista sunita Al Ahvazieh que dispararon desde un parque contra los soldados. Poco después Al Ahvazieh se atribuyó la responsabilidad. Irán, de mayoría chiíta, aseguró que el grupo es financiado por Arabia Saudí y que sus integrantes son seguidores del Estado Islámico.
Para el grupo terrorista sunita Irán, de mayoría chiíta, es uno de sus principales enemigos. Fuerzas iraníes actúan contra Estado Islámico tanto en Siria como en Irak. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, escribió en Twitter que hay poderes extranjeros detrás del ataque y que Irán responderá. “Terroristas reclutados, entrenados, armados y pagados por un régimen extranjero atacaron en Ahvaz”, afirmó el ministro. “Irán responsabiliza de estos ataques a los patrocinadores regionales del terrorismo y a sus jefes estadounidenses. Irán responderá rápido y de forma decisiva en defensa de las vidas iraníes”, añadió. El líder iraní, Alí Jamenei, también responsabilizó a Estados Unidos, a pesar de que Washington también considera al Estado Islámico su enemigo. “Este crimen es la continuación de los complots de los Estados de la región que son marionetas de Estados Unidos, y su objetivo es crear inseguridad en nuestro país”, manifestó Jamenei en su página web.