–¿En qué contexto llega este paro y movilización de las dos CTA?

–Estamos con una enorme preocupación. Hace unos días ingresó el proyecto de Presupuesto donde se entrega la soberanía porque fue diseñado por el FMI que es incluso peor que los acuerdos anteriores con el Fondo y donde se plantea un ajuste feroz donde la perspectiva de pérdida de recursos y de políticas del Estado en términos nominales es casi un 40 por ciento pero si pensamos en la inflación en algunos sectores esa pérdida alcanza un 70 por ciento de recursos para políticas que son esenciales. A eso sumemos que en el primer semestre se perdieron más de 100 mil puestos de trabajo. La desocupación ha superado el 9 por ciento pero para las mujeres está en el 11 por ciento. 

–Un dato que agudiza la desigualdad social...

–Es una particularidad de este modelo que además va acompañado de un crecimiento exponencial porque no sólo que la desocupación nos afecta más sino que la subocupación, que entre los varones es del 9 por ciento, trepa hasta el 13 por ciento. En la informalidad estamos cercanas al 40 por ciento por lo que en el trabajo remunerado informal alcanza a casi la mitad de las mujeres. Cuando se piensa en estos factores en cuanto al impacto negativo en políticas de salud y educación más el deterioro de la vida de jubilados y jubiladas pero hay que agregarle todo el otro trabajo que realizan las mujeres que no es remunerado. Entonces la calidad de vida de las mujeres empeora de manera automática porque no sólo debe comenzar a estirar la comida y extender los recursos para que la olla rinda con muchísimo menos cosas sino que también hay que agregarle toda la tarea social y comunitaria que está profundamente feminizada.

–Esas pérdidas son los servicios que debe prestar el Estado.

–Es tremendo y casi como una ironía aparece el propio Fondo Monetario colocándose a la izquierda del Gobierno al sostener que la Argentina está en crisis y por lo tanto no exige el déficit cero y dejan que haya dinero para programas sociales. La verdad que es una ironía que el Fondo parezca tener más conciencia. Lo otro que también se puede verificar es que durante los primeros meses de este año los indicadores de regresión del ingreso son sostenidos y crecientes. Los ricos son cada vez más ricos y se concentra en el sector financiero y de los agronegocios. Por otro lado, la transferencia de los sectores populares y asalariados hacia ellos es cada vez más alta. Por lo tanto hoy el tener trabajo no significa que no eres pobre por el contrario llevan a las clases medias a niveles fenomenales de pobreza. 

–Entonces esto no fue un error sino que es el modelo.

–Acá no hoy errores ni excesos. Este es el modelo de transferencia fenomenal hacia el sector financiero transnacional que incluye una fuga de divisas. Acá hay quien está haciendo un festival de plata y se está generando una terrible deuda que no sólo hipoteca este presente sino que para el futuro nos deja en una situación de absoluta condicionalidad.

–Por lo que dice usted parece que cuando se habla de déficit cero se apunta a los empleados estatales tanto de la administración como de los que prestan el servicio de salud y el educativo. 

–Claramente es así. La pérdida de puestos de trabajo en el Estado no sólo es muy grande sino que está claramente diseñado y como tal generan un deterioro notable. En el año todo el sector estatal respecto a 2015 este año perderá entre tres y cuatro salarios.

–Sería conveniente una mayor unidad en el movimiento obrero.

–Hay una reconfiguración de la unidad del movimiento sindical y es por eso que nuestros planes de lucha y paros los hacemos junto a la CTA Autónoma pero ahora estamos con el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN) que nos van a acompañar el 24 y nosotros vamos a ir con ellos a la marcha que convocaron para el 20 de octubre a Luján. La unidad del movimiento sindical es una fortaleza de los trabajadores y el campo popular para que no sea peor la crisis y tenemos, además, que ir en el camino de la construcción política donde los que fuimos protagonistas de estas luchas también tenemos que tener un protagonismo en la construcción de este proyecto popular para enfrentar las elecciones.

–¿Quiénes deberían participar en este frente político?

–Creo que deben estar todos aquellos que integran lo popular, lo nacional, democrático y feminista tal como lo sintetizó la ex presidenta durante el debate por el aborto en el Senado. Ahí debemos estar las mujeres que venimos del sindicalismo, organizaciones sociales y todo aquel sector que quiere enfrentar al proyecto neoliberal y al gobierno de Cambiemos sin ambages. Tiene que ser muy amplio, abarcador y generoso con una metodología de resolución de las candidaturas pero que ponga como centro un programa de derrota del neoliberalismo pero sobre todo de recuperación de la patria.

–Ricardo Pignanelli dijo que hay que profundizar la unidad aunque duela.

–Es una muy buena definición y la dirigencia debe ser en este contexto muy generosa y amplia entre todas las fuerzas políticas, sociales y sindicales  para armar ese frente antineoliberal y que tenga la perspectiva latinoamericana, popular de recuperación de los resortes del Estado para la redistribución de la riqueza y la justicia social. Ese tiene que ser nuestro paradigma y allí todos los que se sientan parte.

–¿Y después de los paros de las CTA y CGT qué viene?

–Tenemos que ir por un plan de lucha con continuidad donde debemos concentrarnos, como primer paso, en rechazar el presupuesto y presentar uno alternativo que exprese el modelo de país que queremos construir.