Al menos 26 presos fueron asesinados, algunos de ellos decapitados y desmembrados, durante un enfrentamiento entre grupos criminales en una cárcel de Natal, en el nordeste de Brasil. Es el tercer gran motín del año en prisiones brasileñas en el marco de una sangrienta guerra entre grupos criminales por el control del narcotráfico en el país, que ya dejó 130 muertos en menos de 15 días.
"Fueron verificados 26 muertos", confirmó Caio Bezerra, el secretario de Seguridad Pública del estado de Rio Grande do Norte, en rueda de prensa luego de que la policía retomara el control del penal en Natal tras 14 horas de caos.
El choque entre reclusos en la penitenciaría Alcaçuz, en Natal, capital del estado Rio Grande do Norte, comenzó en la tarde de ayer sábado y ya anoche las autoridades habían reportado 10 muertos. El incidente fue sofocado esta mañana mediante la intervención de efectivos de la Policía Militar (PM), que ingresaron al penal con dos vehículos blindados.
El Instituto Técnico de Pericia de Rio Grande do Norte (Itep) informó esta tarde a la televisora Globo que la cantidad de víctimas fatales había aumentado a por lo menos 30. Sin embargo, más tarde el gobierno de Río Grande publicó en su sitio web que los cadáveres contabilizados eran 26, aunque aclaró que la cuenta se dificultaba porque la mayoría de los cuerpos hallados estaban mutilados.
El director del Itep, Marcos Brandão, advirtió que se dispusieron 300 bolsas mortuorias y un contenedor frigorífico adicional, pues, de acuerdo con testimonios, se sospechaba que la cantidad de fallecidos podía ser mayor. El secretario de Justicia del estado, Walber Virgolino, aseguró que seis de los cabecillas de la rebelión habían sido identificados y se solicitaría el traslado de ellos a prisiones federales.
La prensa local atribuyó los disturbios en Alcaçuz a un enfrentamiento entre integrantes del Comando de la Capital (PCC) -la mayor organización criminal brasileña, con sede en San Pablo- y el Sindicato del Crimen (SDC), de fuerte presencia en el noreste del país.
En lo que va de 2017 se registraron más de 130 muertos en choques violentos entre presos en varias cárceles de Brasil. Los mayores episodios sucedieron en Manaos, con 56 muertos entre el 1 y el 2 de este mes, y Roraima, con 33 fallecidos el 6.
Por otra parte, al menos dos presos que habían huido de una cárcel en el sur de Brasil fueron ejecutados por efectivos de la PM. Los uniformados abrieron fuego sobre un grupo de reclusos que huyó después de que un muro de la cárcel fuera derribado mediante la detonación de artefactos explosivos, dijeron funcionarios penitenciarios. El hecho ocurrió en Piraquara, en el conurbano de Curitiba, la capital del estado Paraná. Según consignaron el diario Folha de Sao Paulo y las agencias ABR, DPA y EFE, se sospecha que el intento de fuga estuvo a cargo del PCC.