Una tercera acusación de abuso sexual recayó ayer sobre Brett Kavanaugh, el nominado por el presidente estadounidense, Donald Trump, para convertirse en juez de la Corte Suprema. En esta última oportunidad fue una mujer llamada Julie Swetnick quien dijo que el magistrado fue testigo de su propia violación y que el mismo Kavanaugh había participado en abusos a otras mujeres en su juventud.
“Aproximadamente en 1982, fui víctima de una de estas violaciones en grupo, o “trenes”, en la que Mark Judge (amigo del juez) y Brett Kavanaugh estaban presentes”, dice la mujer en una declaración jurada publicada en la cuenta de Twitter de su abogado, Michael Avenatti. Swetnick, sin embargo, no se pronunció sobre si alguno de los dos participó directamente en la agresión.
En el texto, Swetnick explicó que en el período entre 1981-1982 había asistido a diversas fiestas en las que había visto a ambos amigos comportarse inapropiadamente. “En numerosas ocasiones fui testigo de cómo Mark Judge y Brett Kavanaugh bebían excesivamente y se comportaban de manera extremadamente inapropiada, siendo demasiado agresivos con las chicas o no aceptando un ‘no’ por respuesta”, dice la tercera acusadora.
Según Swetnick, en estas fiestas, los hombres, incluido el nominado de Trump, emborrachaban a las mujeres para después violarlas en grupo. “Fui testigo de como Mark Judge, Brett Kavanaugh y otros provocaban que las chicas se emborracharan, para que así estuvieran desorientadas, de manera que pudieran violarlas en grupo”, sostiene Swetnick. La presunta víctima afirma que tiene un claro recuerdo de estas fiestas en las que se podía ver a chicos haciendo fila fuera de una habitación esperando a su turno mientras una chica se encontraba en la cama, según relata en su testimonio.
Con esta acusación, Swetnick se convierte en la tercera mujer que pone en tela de juicio el comportamiento del juez durante su adolescencia. La primera mujer en levantar la voz de alarma fue Christine Blasey Ford, quien tras acusar a Kavanaugh de abuso sexual deberá testificar este jueves ante el Senado de Estados Unidos, un paso clave que determinará el curso de la confirmación del juez para el Tribunal Supremo. Este pasado domingo, se sumó a las denuncias Deborah Ramírez, quien también ha denunciado el comportamiento del juez cuando este cursaba su primer año de carrera en la Universidad de Yale.
Ayer, el candidato a la Corte Suprema reconoció que a veces bebía demasiado cuando era adolescente, pero negó rotundamente haber cometido abusos sexuales. “Bebía cervezas con amigos durante los fines de semana. A veces demasiadas. En retrospectiva, dije e hice cosas en la secundaria que hacen avergonzarme ahora”, afirmó Kavanaugh en su testimonio preparado para ser leído ante el comité judicial del Senado hoy, y donde también comparecerá Blasey Ford, quien le ha acusado de abuso sexual cuando ambos eran adolescentes. “Nunca hice nada que se le pareciese ni remotamente a lo que la doctora Ford describe”, agregó el juez, quien calificó de nuevo estas acusaciones como puras y simples calumnias de última hora, en su testimonio, que fue adelantado ayer por el propio comité judicial. Este órgano es el que debe decidir si lo recomendará o no al resto de la cámara, que finalmente lo confirmaría.
El texto del magistrado se conoció mientras aumentaba la presión para que se posponga el voto de confirmación del juez a la Corte Suprema, ante las nuevas denuncias que han aparecido. “No me dejaré intimidar para retirarme de este proceso. Este esfuerzo para destruir mi buen nombre no me hará perder la cabeza. Las viles amenazas de violencia contra mi familia no me harán perder la cabeza”, insistió.
El mandatario estadounidense se plegó a la defensa del magistrado y apuntó contra el abogado de Swetnick. “(El letrado Michael) Avenatti es un abogado de tercera que es bueno haciendo falsas acusaciones como hizo conmigo y como está haciendo ahora con el juez Brett Kavanaugh”, aseveró el magnate en su cuenta de Twitter. Avenatti, que publicó hoy un testimonio bajo juramento de esta acusadora, también ejerce la defensa de Stormy Daniels, la actriz porno que se encuentra inmersa en una batalla legal contra el presidente.
Con estas declaraciones, Trump insiste en defender a su nominado, a quien ya respaldó luego de las dos acusaciones previas. Ayer, el presidente cargó también contra la segunda mujer que acusó al juez. “La segunda acusadora ni siquiera lo sabe, piensa que pudo ser él o quizá no. Ha admitido que estaba borracha”, señaló el mandatario, quien ha cambiado drásticamente su retórica ante las acusaciones, pasando de querer escuchar a las dos partes a asegurar que los demócratas están orquestando las alegaciones.
Trump consideró que las acusaciones se tratan de una estafa de los demócratas y defendió a Kavanaugh, a quien calificó como una persona maravillosa. “Creo que es horrible lo que han hecho los demócratas. Es una estafa, son artistas de la estafa. (...) Están jugando una estafa y están jugando mucho mejor que los republicanos”, dijo el presidente tras conversar con su homólogo colombiano, Iván Duque, en el contexto de la Asamblea General de las Naciones Unidas.