El dólar volvió a superar ayer la barrera de los 40 pesos en las pizarras del microcentro porteño en una jornada en la que se aguardaba por la letra chica del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Sin intervención directa del Banco Central, que apenas ofreció cobertura a futuro, la demanda descomprimió recién sobre el final del día y la divisa recortó parte de la escalada inicial hasta cerrar a 39,45 pesos, con un alza de 54 centavos respecto del día anterior. La mayor restricción en el margen de maniobra del Gobierno para estabilizar el tipo de cambio impuesta por el FMI se vio reforzada con la salida de Luis Caputo del BCRA y su reemplazo por Guido Sandleris, negociador con el organismo y defensor acérrimo de la libre flotación del tipo de cambio. La limitación a intervenir fue confirmada por la tarde por el propio Sandleris. El precio para transacciones mayoristas, donde se negocian movimientos de más de un millón de dólares, aumentó 41 centavos a 38,51 pesos. Las reservas cerraron en 49.562 millones de dólares, con un descenso de 40 millones.
La salida de Caputo en medio de la negociación con el Fondo generó más interrogantes respecto del manejo monetario y cambiario. La única certeza que dejó el alejamiento del financista es que el Central dejará flotar el precio del dólar a niveles que el sector privado considere competitivos para ingresar divisas al país, aunque esto genere mayor presión sobre los precios internos. Esta obligación asumida por el Gobierno fue explicitada al anunciar el acuerdo (ver aparte). La alternativa de una banda de “no intervención”, que acompañe el desempeño de la inflación, tampoco se presenta como una solución para una economía tan dependiente del valor de la divisa. Según confirmó el flamante titular del Central, la banda será de 34 a 44 pesos y los valores se actualizarán en un 3 por ciento mensual. Analistas consultados coinciden en que el precio tenderá a ubicarse en el límite máximo y el Central tendrá que intervenir para mantenerlo en los carriles cambiarios predeterminados. “Mantenemos nuestro compromiso con el régimen de tipo de cambio flexible, aunque incorporamos elementos a la política cambiaria que nos permitirán evitar la excesiva volatilidad”, se comunicó desde Hacienda.
Durante las primeras horas del debut de Sandleris, la demanda de dólares volvió a dispararse a niveles similares a los de principios de mes. El monto negociado, sin presencia del Central, dio cuenta de esa mayor demanda. Se transaron 530 millones de dólares, cuando el día anterior se habían operado –también por influencia del paro– 244 millones. Ni siquiera alcanzó una nueva licitación de Letras del Tesoro en dólares para que disminuya la demanda. El Ministerio de Hacienda recibió órdenes de compra por 716,7 millones de dólares, que adjudicó en su totalidad (716,6 millones) a un tasa de interés de 6,50 por ciento anual, apenas medio punto menos del record de 7 puntos porcentuales que pagó en la operación anterior (ver aparte).
En el mayorista el precio máximo se negoció cerca del mediodía, cuando superó los 38,60 pesos. “Con tendencia alcista hasta media jornada, con buen volumen negociado, sobre el cierre predominaron las ventas llevando al dólar a valores de 38,51. Pero el precio promedio de las operaciones concertadas fue 38,6786 por dólar”, informó el mayorista (Forex MAE). Con respecto al día anterior cerró con un aumento de 41 centavos (1,07 por ciento). El Banco Central intervino con fuerza en el mercado de futuros, donde se pactaron operaciones por el equivalente a 756 millones de dólares. Las oscilaciones en los precios para los grandes jugadores, bancos y empresas vinculadas con el comercio externo, se replicaron en los valores al públicos. A las 13 varias entidades –Galicia, Supervielle y HSBC, entre otras– ya ofrecían el dólar para la venta por medios electrónicos en niveles de 40 y 40,10 pesos. El promedio de cierre fue a 39,45 pesos, con un incremento de 54 centavos o 1,4 por ciento respecto a la jornada anterior.
En el mercado de futuros los contratos con vencimientos más cercanos, en los que intervino el organismo que ahora conduce Sandleris, se resolvieron dentro de la franja de entre 38 y 42 pesos. El contrato a fin de mes en el Rofex (mercado rosarino de futuros) se pactó a 38,98 pesos, para el último día de octubre a 40,10; el de noviembre, a 41,48, y para fin de este año a 42,78 pesos. Sin embargo, la cobertura a casi un año, agosto (plazo más extenso negociado) se transó en 52,50 pesos. Las apuestas en el mercado informal se mantuvieron en línea con el tipo de cambio oficial. El denominado dólar blue retrocedió 75 centavos a 39,25 pesos, mientras que el contado con liquidación, que implica la compraventa de bonos o acciones en pesos para convertirlos en dólares promedió 38,48 pesos, 10 centavos más que el miércoles.