En línea con el plan de ajuste acordado con el FMI, el Gobierno avanzó con cambios en la tarifa de gas que perjudicarán a los beneficiarios de la tarifa social y a quienes consumían menos y hasta ahora percibían una bonificación como incentivo por bajar el consumo. Concretamente, la cartera que conduce Javier Iguacel puso un límite al subsidio de la tarifa social y eliminó la bonificación que se otorgaba por ahorro en el consumo.
La decisión -que se hará efectiva desde el lunes próximo- se tomó a partir de una resolución de la Secretaría de Gobierno de Energía, publicada este jueves en el Boletín Oficial con la firma del secretario Javier Iguacel.
Hasta ahora, los usuarios que lograban consumir 20 por ciento menos comparado con un mismo período del año anterior, obtenían una bonificación del 10 por ciento en sus facturas. Para el Gobierno, ese esquema "implicaría una erogación de 2.350.000.000 millones de pesos para el próximo ejercicio presupuestario 2019", por lo que "frente a la necesidad de hacer un uso más eficiente de los recursos previstos", lo dejan sin efecto.
Para el Gobierno, esa bonificación por ahorro no correspondía a un subsidio adicional al usuario sino que buscaba “reducir progresivamente los subsidios al sistema de gas natural, transmitiendo a la demanda una señal real de la escasez del recurso". La quita de la bonificación, sin embargo, impactará en la factura de los usuarios residenciales que ya no contarán con el descuento.
En cuanto a los beneficiarios de la tarifa social, mantendrán el 100 por ciento bonificado del gas hasta un bloque máximo de consumo (que varía según la zona del país) a partir del cual comenzarán a abonar el total del precio.
"Los beneficiarios de dicha tarifa acceden a un descuento en la liquidación final del servicio equivalente al 100 por ciento del precio del gas sobre un bloque de consumo máximo determinado", dio cuenta la resolución que aplica el recorte.