La lluvia del sábado pasado que azotó la provincia de Jujuy imposibilitó que las cuadrillas de rescate y saneamiento puedan continuar con su trabajo en las regiones de Volcán y Tumbaya, las dos zonas más afectadas por el inmenso alud que se desató el pasado 10 de enero. El director de Emergencia de aquella provincia, Alejandro Cooke, aseguró que “el aumento del caudal de río Tumbaya generó que aún siga cortada la ruta nacional 9 en dos partes, lo que obliga a realizar una interrupción preventiva en la bajada de Purmamarca”. Hace dos días, el gobernador jujeño, Gerardo Morales, y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, visitaron los dos pueblos más castigados por el temporal y dispusieron un plan de emergencia para asistir a los residentes. De acuerdo con cifras oficiales, el alud dejó un saldo de cuatro muertos, dos personas desaparecidas y más de 1.700 habitantes damnificados.