El campeonato mundial de voleibol sigue adelante en Italia y Bulgaria, mientras el seleccionado argentino observa con nostalgia lo que ocurre en esos dos países, y añora lo que no pudo ser. El objetivo de quedar entre los seis primeros estuvo lejos de alcanzarse, y con este torneo se cerró una etapa que se inició hace cuatro años bajo la conducción de Julio Velasco. La intención del técnico de modificar estructuras de trabajo para poder profesionalizar más la actividad, no fue atendida de manera correcta por parte de la dirigencia, y sumado a cuestiones personales empujaron al conductor a tomar la decisión de regresar a su lugar de residencia (Italia), para continuar su trabajo más cerca de su familia.

La actuación del plantel en la Copa del Mundo no fue la misma que se vio en los Juegos Olímpico de Río de Janeiro, hace dos años atrás, y uno de los factores fundamentales radicaron en las diferencias que existen entre algunos integrantes del plantel. La falta de afinidad entre los protagonistas colaboró para que el equipo finalizara en el 14º puesto, y de esa manera no pudo mejorar el 11º lugar que alcanzó en el Mundial de Polonia 2014.

Además, la decisión de Velasco de anunciar su alejamiento en mayo pasado tampoco pareció oportuna, debido a que el plantel tenía claro que cualquiera sería el resultado en la Copa del Mundo el entrenador iba a despedirse. 

Según allegados al equipo, la relación entre el capitán Luciano De Cecco y Facundo Conte hace tiempo que no es la ideal, y ese distanciamiento repercutió en el rendimiento general. Velasco tomó la decisión de hacer jugar muy poco al capitán -su perfil bajo evitó que hiciera cuestionamientos públicos- a lo largo del certamen, principalmente por la falta de conexión con el hijo del legendario Hugo. Inclusive, el receptor declaró unos días antes del Mundial que el mejor armador con el que le tocó jugar fue Nicolás Uriarte. Precisamente, Uriarte perdió su lugar en el equipo luego de una charla con Velasco, hace más de dos años, donde el jugador le planteó que merecía ser titular. Y como para Velasco el dueño del puesto era De Cecco, el hijo de Jon decidió no seguir en la Selección.

La llegada de Marcelo Méndez para reemplazar a Velasco le abre nuevamente el camino a Uriarte para volver a ser convocado, ya que mantiene una buena relación con Méndez, quien aceptó su contratación para que se sume al Sada Cruzeiro de Brasil, en 2017. Uriarte jugará la próxima temporada en el Taubaté Funvic de ese país, donde también lo hará Facundo Conte, y ambos serán dirigidos por Daniel Castellani. 

Con este panorama, el futuro de De Cecco en el seleccionado bajo el mando de Méndez es una incógnita, sobre todo por lo que le tocó vivir en el Mundial. De todas maneras, Méndez también tendrá que resolver que determinación toma con Conte, quien no pudo alcanzar su mejor rendimiento durante el torneo, y fue reemplazado en la mayoría de los encuentros. 

Con estos puntos, el vóley no es ajeno a lo que transitó la Selección Argentina de fútbol en Rusia, si de convivencia se trata.