Gustavo Rivas, el veterano abogado de Gualeguaychú nombrado en su momento ciudadano ilustre de la ciudad, será sometido a juicio oral por corrupción de menores y promoción de la prostitución. En la causa, doce adultos aseguraron haber sido abusados por él cuando eran adolescentes, aunque la denuncia periodística original mencionó que podían llegar a ser unas 2000 las víctimas a lo largo de varias décadas. El caso fue revelado a mediados del año pasado, generó conmoción en la provincia y trascendió a todo el país.
El modus operandi del abogado consistía en invitar a su casa a adolescentes, regalarles cigarrillos y whiskies caros, entre otros presentes, y luego abusaba de ellos.
Ahora, el juez de Garantías de Gualeguaychú, Tobías Podestá, elevó a juicio la causa contra Rivas. La fiscalía había pedido 25 años de prisión, en tanto la defensa reclamó la nulidad de la causa contra el letrado.
La elevación a juicio se decidió luego de que se presentaran doce testigos que ratificaron la denuncia contra Rivas, que había sido declarado ciudadano ilustre en la ciudad del sur entrerriano, conocida por sus comparsas, mucho antes de que se conociera la acusación.
Rivas fue denunciado por abuso y corrupción de menores por el periodista de Paraná Daniel Enz, quien difundió en el semanario Análisis una extensa investigación en la que advirtió sobre las prácticas sexuales con adolescentes del letrado, que además fue candidato a gobernador por la UCeDé en 1987, a intendente y concejal en 1991, y ocupó diversos cargos de relevancia en instituciones intermedias, deportivas y escolares.
La nota que disparó la causa contra Rivas fue difundida bajo el título “La doble vida del abogado” y se publicó tras un año y medio de investigación.
Luego de la denuncia, Rivas se negó a declarar en cada una de las citaciones que tuvo de la Justicia. Su defensa estuvo basada en que sus denunciantes eran anónimos y, por tanto, no podía confirmar relación alguna con ellos.
La decisión del juez de elevar a juicio la causa fue confirmada luego de la audiencia entre las partes del miércoles pasado en la que se hizo lugar al pedido de los fiscales Martina Cedrés y Lisandro Beherán para elevar la causa a juicio. A su vez, el juez Podestá trasladó hasta el 24 de octubre el ofrecimiento de pruebas, porque el defensor recién ahora tomó conocimiento de quiénes eran los testigos y sus testimonios, para ofrecerlas.
En el encuentro que lideró el juez Podestá, estuvieron presentes los fiscales Cedrés y Beherán, el defensor de Rivas, Raúl Jurado, y los querellantes Estela Esnaola y Alfredo Vitale.
En la denuncia contra Rivas, Enz sostuvo que “los cálculos más moderados indican que, por lo menos, corrompió a más de 2000 adolescentes de entre 15 y 16 años, entre 1970 y más allá del 2010”. Y detalló: “Les pasaba videos pornográficos, los masturbaba, les practicaba sexo oral y se hacía penetrar o colocar elementos importantes en su ano en encuentros semanales en su casa”.
Durante los diversos allanamientos que ordenó a la Justicia a las propiedades de Rivas, se secuestró abundante material fotográfico, videos y elementos coincidentes con los descriptos por las víctimas.