“Se habla de flexibilización laboral. No hay nada de eso. Firmamos un convenio colectivo de trabajo en 2012. No estaba el (la explotación petrolera) no convencional, recién estaba en una prueba piloto. Ahora está en pleno desarrollo. Lo que ya tenemos en el convencional no se toca nada”, se defendió el gremialista Guillermo Pereyra, del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, quien habilitó el acuerdo flexibilizador con el Gobierno. El nuevo convenio para la explotación petrolera y gasífera en Vaca Muerta presenta cambios para los trabajadores: se reducirá la cantidad de operarios por cada equipo de perforación, tendrán jornadas de ocho horas, se eliminarán las horas extras y las llamadas “taxis” –tiempo de traslado entre las largas distancias de los hogares a los pozos–, se anulan los dos días semanales de descanso corrido, además de extenderse las jornadas hasta cuando los vientos alcancen los 60 kilómetros por hora cuando se realizan trabajos en altura, cuyo límite “por riesgo de vida” está establecido ahora hasta vientos de 30 kilómetros por hora.
Desde el Ministerio de Trabajo dejaron trascender que ya existen negociaciones entre empresarios y sindicatos para modificar convenios colectivos de trabajo e introducir el concepto de productividad. Los funcionarios afirman que estas conversaciones se extendieron con gremios como la construcción, telefónicos, mecánicos, metalúrgicos.