En uno de los peores momentos del gobierno de Mauricio Macri, con el dólar nuevamente cerca de los 42 pesos, los indicadores de pobreza y desocupación en aumento y un nuevo endeudamiento acordado con el Fondo Monetario Internacional, el oficialismo intentó dar una señal de confianza y unidad. Organizado por el PRO, ayer se llevó a cabo un “Encuentro Nacional de Cambiemos”, del que participaron importantes figuras del macrismo, la UCR y la Coalición Cívica. Desde Parque Norte, los principales oradores como el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal o el titular del Comité Nacional y mandatario mendocino, Alfredo Cornejo, ensayaron una suerte de arenga, en la que ratificaron el rumbo, respaldaron a Macri y llamaron a “dar la cara”, “poner el cuerpo” y “salir a la calle” pese al malestar social. Del cónclave no participó ninguno de los socios fundadores de la alianza: el ex senador radical, Ernesto Sanz, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, ni Macri.
La jornada comenzó por la mañana, con la mesa de apertura a cargo del titular del PRO, Humberto Schiavoni, la ultralilista Mariana Zuvic y Cornejo. Sin demasiados logros para mostrar, el cacique radical optó pora agitar el fantasma de Venezuela y asegurar que gracias a Cambiemos la argentina evitó “seguir cayendo igual que ellos”. No dejó pasar un clásico del repertorio oficialista y aludió al “clima institucional de mayor decencia cívica” provocado por las investigaciones sobre causas de corrupción. “No es poca cosa que estén presos y condenados un montón de personajes que le robaron muchos trabajos y proyectos a empresas y trabajadores argentinos”, afirmó. El gobernador, que más tarde se reunió con el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, para expresarle su apoyo, también se refirió a las elecciones de 2019: “Tenemos que transmitirle a la ciudadanía que estamos juntos, para enfrentar los malos momentos que viven los argentinos y que también somos los únicos, sin arrogarnos soberbia, que podemos indicar el futuro de esos objetivos de armonía sana”.
Una de las exposiciones más destacadas fue la de Vidal, quien hizo un apoyo explícito al Presidente. “Quiero agradecer en este lugar a Mauricio Macri. Nadie tiene la responsabilidad que tiene él. Vi muchos presidentes dar buenas noticias, pero ninguno dando la cara y poniendo el cuerpo como él”.
La mandataria bonaerense repitió el discurso sobre la “transformación profunda” que el oficialismo significa en la argentina. “Cambiemos vino a representar a la gente que quería un cambio cultural. De valores. No sólo de política y economía. La honestidad es uno de esos valores”, insitió.
Con un perfil mucho más bajo desde la reestructuración del gabinete nacional, Peña buscó dar un mensaje positivo a la dirigencia oficialista: “hay que mirar a la Argentina en un contexto de un mundo volátil”, dijo e hizo un repaso del “fortalecimiento” de Cambiemos en distintos puntos del territorio nacional.
Como un político más, otro de los que tomó la palabra durante el encuentro fue Dujovne, quien se refirió a la compleja situación económica y afirmó: “Vamos a salir fortalecidos. Entramos a este proceso con unas reglas y vamos a salir con las mismas. Vamos a seguir unidos para ganar las elecciones de 2019”. Otro ministro clave, Rogelio Frigerio, también habló de la crisis: “en momentos difíciles hay que estar acompañados con los propios” y remarcó que “al Presidente le sirve esto de hoy porque no son momentos fáciles”. El ministro del Interior puso la lupa en el tímido crecimiento de 2017 y remarcó que se produjo “sin un contexto extraordinariamente positivo como el que tuvo el kirchnerismo”. “Todo este proceso tuvo quiebre en abril, con una crisis compleja. Ahora para recuperar la confianza de la gente debemos demostrar que somos los mejores pilotos de tormenta”, completó.
Ante la falta de soluciones para la crisis y la imposibilidad de ocultarla, los referentes del oficialismo mantuvieron su discurso de “preocupación” y buscaron confrontar con el gobierno de Cristina Fernández. por la situación social y al mismo tiempo contrastar la comunicación que hace el Gobierno sobre el índice de pobreza con la falta de medición durante la gestión del kirchnerismo. “Estamos empeñados en no ocultar y en revertir la situación”, expresó Schiavoni al ser consultado sobre el índice de pobreza, mientras que el senador radical Luis Naidenoff, parado a su lado, remarcó que “antes había un ministro que decía que había menos pobres que en Alemania” y “ahora hay un Presidente que da la cara y dice que estas estadísticas nos duelen”. Paula Oliveto, de la CC, siguió el mismo guión pero dijo que confía en tener “el mejor equipo social”, dentro del cual destacó a la ministra Carolina Stanley.