Con equipo alternativo, Independiente igualó sin tantos ante Tigre en el estadio Libertadores de América, en el inicio de la 7ª jornada de la Superliga. En la primera etapa, Augusto Batalla le detuvo un penal a Gonzalo Verón. Mientras el Rojo deambula por la mitad de tabla, un Matador necesitado de puntos —que se presentó con Juan Carlos Blengio como técnico interino— no puede salir de la zona de descenso directo.   

Tigre salió con todo y al minuto el chico Asís despejó un centro peligroso al corner, que los delanteros visitantes jugaron corto y que culminó con un remate de Sosa apenas arriba. Poco después, el uruguayo Ramírez y Caire probaron a Alvarez, quien ayer atajó por Campaña. El Rojo, con muchos suplentes dado que su DT guardó a los titulares para jugar ante River la revancha de cuartos por la Libertadores, no podía salir del asedio. Hasta que Batalla entró en escena conteniendo un remate a quemarropa a Gigliotti. Enseguida, Prediger levantó la pierna muy arriba ante Gaibor en el área, Rapallini pitó penal y el ex arquero de River se lo atajó a Verón. Todo un karma para Independiente, que en la era Holan tuvo catorce penales a favor y sólo convirtió siete. Poco después, Batalla desvió un cabezazo de Asís. El partido era intenso, más por fallas propias que por virtudes. De hecho, de un resbalón de Franco casi anota Ramírez y luego un disparo de Menossi salió junto al palo. Tigre era más, pero la primera etapa acabó sin goles.

En el complemento, Independiente pretendió controlar un poco más el juego, al tiempo que la visita bajó la intensidad. Gigliotti tuvo una de cabeza y Batalla volvió a responder. El juego devino chato y, con pocas situaciones frente a los arcos, el 0-0 era cantado. Lo cierto fue que al local el punto no le sentó nada mal; en tanto que al visitante, de no sumar de a tres en lo sucesivo, le aguardarán serios frentes de tormenta.