A una semana de las elecciones presidenciales en Brasil, el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, que acaba de recibir el alta luego de haber sido acuchillado durante un acto, enfrenta la resistencia del electorado femenino. Miles de manifestantes salieron hoy a las calles, de Brasil y de todo el mundo, para pedirle a la ciudadanía que no le vote: “Él no” y "Él jamás" son las consignas que aglutinan a las mujeres. “Estamos juntas en la calle porque un candidato a la presidencia del país, con un discurso fundado en el odio y en la intolerancia amenaza nuestras conquistas y nuestra ya difícil existencia”, dice el manifiesto de las protestas.
El grupo de Facebook “Mujeres unidas contra Bolsonaro” por estos días acaba de llegar a su tercer millón de participantes y promete hacer todo lo posible para impedir la elección del que llaman “el innombrable”. La marea feminista que se opone al candidato ultraderechista -que además de homofóbico, misógino, xenófobo y militarista, es un apologista de la tortura-, es la que está al frente de los actos públicos y protestas de hoy. En simultáneo Bolsonaro acaba de recibir el alta médica y dejó el hospital de Sao Paulo en el que se encontraba desde el 7 de septiembre, un día después de haber sido acuchillado electoral.
La campaña encabezada contra el apodado “Trump de Brasil” tiene réplicas en todo el territorio brasileño y también en todo el mundo. La idea, además de las convocatorias para hoy, es dar seguimiento a este núcleo de electoras también pasadas las elecciones. Una de las principales preocupaciones son las actitudes que dan cuenta del perfil misógino del candidato de ultraderecha, como la que tuvo en 2014, cuando el entonces diputado nacional Bolsonaro le dijo a la también diputada Maria do Rosário que ella era tan repugnante que “no merecía ni ser violada”.
Las mujeres conforman el 52% del padrón electoral de Brasil, es por eso que una iniciativa como esta, que aspira además a frenar el avance de su popularidad en las redes y unir el voto en torno al candidato del PT, Fernando Haddad, para evitar una posible victoria de Bolsonaro, está dando sus frutos en un panorama tan cambiante como en estas las elecciones.
El ultraderechista Jair Bolsonaro, candidato a la Presidencia de Brasil, afirmó ayer que el único resultado que "aceptará" en las elecciones del 7 de octubre próximo será su victoria. "Sobre si las instituciones militares aceptan el resultado, yo no hablo por los comandantes (del Ejército), les respeto. Yo, por lo que veo en las calles, no acepto un resultado de las elecciones diferente de mi elección", aseguró el candidato de ultraderecha en una entrevista televisiva que dio desde la habitación del hospital donde se encontraba desde hace tres semanas.
Bolsonaro lidera los sondeos con casi un 28% de intención de voto. Sin embargo, la misma encuesta, publicada por el Instituto Ibope esta semana, advierte que Bolsonaro es también el candidato que provoca más rechazo entre los electores: un 44% nunca votaría en él. Los comicios presidenciales se celebrarán domingo y si ninguno de los candidatos obtiene el 50 % más uno de los votos, habrá una segunda vuelta el 28 de octubre.
En el mundo, en ciudades como Londres, París y Dublin, Nueva York, Boston, Chicago, México DF, Berlín, Lisboa, Madrid, Bogotá, Barcelona, entre muchas más, el rechazo contra Bolsonaro también se hizo oír. En Ginebra, por ejemplo, las manifestantes se reunieron frente a la sede europea de las Naciones Unidas bajo la consigna "Unidas contra el fascismo en Brasil", con el "#EleNao" que se expandió en los últimos días a través de redes sociales pintado en remeras y pancartas .
En París, casi trescientos manifestantes, esencialmente mujeres brasileñas entre los 20 y los 40 años, portaron en la plaza de la República pancartas en portugués, francés e inglés, en las que se podía leer, entre otros mensajes: "Bolsonaro jamás" o "Yo no soy Bolsonaro". Asimismo, los manifestantes homenajearon a Marielle Franco, concejala y militante antirracista y LGTBI asesinada en Río de Janeiro el pasado marzo.