Hace muchos años, un verso de una canción provocaba el escándalo y el rechazo de una sociedad conservadora y religiosa que llegó hasta prohibirla porque insinuaba la relación entre dos mujeres.
“Ponme la mano aquí, Macorina, ponme la mano aquí”, era la frase destinada a la cubana María Calvo, mujer que desafió la sociedad patriarcal de su época, y la que estremeció al mundo machista haciéndola canción fue nada menos que la notable cantante Chavela Vargas, que vivió con esa mujer un apasionado romance que trascendió más allá del popular estribillo.
En épocas donde las mujeres recuperan el sitio que la historia les negó, un grupo de artistas rosarinas reivindica aquella emblemática canción y la memoria de la transgresora cantante mexicana, con el estreno de Macorina.
La obra escrita por la reconocida escritora Graciela Ballestero cuenta con la dirección de Mónica Toquero, la actuación de Gisela Bernardini y podrá verse todos los viernes de octubre a las 21.30 en el Teatro de La Manzana(San Juan 1950).
Macorina es una muchacha criada por su abuela. Cuando ésta deja de existir, ella decide cumplir con lo prometido: buscar una caja donde encontrará un secreto. Hurgando en sus recuerdos, encuentra una carta y un diario que le harán entender no solo el origen de su nombre, sino una nueva forma de transitar la vida y el amor.
“Después de varios años, Macorina me encuentra parada en otro lugar en relación a mi último trabajo de dirección, más crecida en años y en experiencia, me siento con un bagaje mayor de material para poder cumplir con esta tarea; por eso es que en esta obra, pasado y presente se unen para contar una historia”, dijo Mónica Toquero a Rosario/12.
Si uno rastrea los antecedentes de esta realizadora, su rol de actriz, directora y creadora del grupo Rosarioteatro -un colectivo donde la mayoría de sus integrantes eran mujeres- podrá encontrar las claves de este retorno a la dirección y con un tema donde la mujer es protagonista vital.
Igualita a mi mamá, de Alma Maritano, textos grupales como en Mamaniáticas y Hoy hablamos del silencio, escrita por Graciela Ballestero, son ejemplos de tantos trabajos donde lo femenino es arte y parte de la concepción de la directora y sus elencos.
En 2010, Toquero formó parte junto a Gisela Bernardini de aquel recordado elenco que puso en escena Canillita; compartiendo recientemente la escena con Bernardini en dos recientes trabajos de la escena local: Antígona Vélez y Grotesca, del grupo Bondi Teatro.
“Otro punto importante es la relación con la actriz Gisela Bernardini, que además de ser muy talentosa, está siempre dispuesta al trabajo, a ofrecer y a ofrecerse, lo que me dio la posibilidad de encontrar siempre nuevos caminos para moldear cada segmento de la puesta”, valoró la directora. Toquero destacó también el aporte profesional de María Rosa Vazzano, que se encargó de la asistencia de dirección poniendo en juego y en escena objetos y sensaciones personales.
Macorina contó con el aporte musical de Facundo Abdo; Cristian Ayala en vestuario y asesoramiento escenográfico, Christian Álvarez en iluminación y Yanina Bernardini en maquillaje y objetos.
“Esta obra está inspirada en la extraordinaria Chavela Vargas quien además de ser única en su estilo como cantante, ha sido un referente social por su historia de vida. Aparecen en la puesta algunas de sus canciones más conocidas como Macorina, Amanecí otra vez, Piensa en mí. Es nuestra manera de mostrarnos y de manifestar nuestros deseos, con lo mejor que tenemos: el teatro”, definió.