El Banco Central tuvo que convalidar ayer una tasa de interés del 72 por ciento anual para absorber pesos y ser auxiliado por el Banco Nación vendiendo dólares para que la cotización baje apenas 1,18 pesos del récord nominal del cierre anterior. La paridad finalizó entonces en 40,76 pesos, con un retroceso de 2,8 por ciento para la venta al público. “Ni loco compraría dólares en este momento. Hay instrumentos muchos más atractivos”, dijo este fin de semana el flamante titular del BCRA, Guido Sandleris, en declaraciones previas a la implementación del programa con el que buscará “reforzar el carácter contractivo de su política monetaria”. Sin embargo, la demanda sobre la divisa estadounidense se mantuvo firme desde el inicio de la jornada y obligó al Banco Nación a vender permanentemente en la primera mitad del día. Luego el Central confirmó que licitaba las denominadas Leliq, Letras a siete días de plazo que se entregan para absorber pesos de los bancos. Por vía de ese instrumento, sobre el que están puestas todas las fichas del equipo económico para secar la plaza de pesos, se retiraron 71.060 millones de pesos con una tasa de corte de 71,999 por ciento. Mientras, las reservas siguen disminuyeron, ayer en 165 millones de dólares, para ubicarse en 48.838 millones.
Las primeras transacciones ya auguraban una nueva escalada en el precio del dólar que, entre el lunes y viernes de la semana pasada, se disparó 10 por ciento de 36,14 a 41,94 pesos. La implementación de un esquema de bandas de flotación o de “no intervención” –como acordó llamarlo el Gobierno y el Fondo Monetario– entre 34 y 44 pesos busca provocar a inversores a acercarse al techo, después del cual el Central apenas venderá unos 150 millones de dólares diario.
En el inicio de las operaciones en el segmento mayorista, donde negocian bancos y empresas vinculadas con el sector exportador, el precio ya se ofrecía diez centavos por encima del viernes, a 41,35. Cerca del mediodía el Banco Nación vendió dólares y “el mercado acercó posturas a 40,65 y 40,80 (compra y venta)”, según informó el MAE-Forex. Previa a la licitación de Letras del Banco Central hubo desarme parcial de posiciones para aprovechar la exorbitante tasa que ofrecía el organismo monetario y la divisa retrocedió a 39,55 pesos, con un recorte de 4,1 por ciento respecto de la semana pasada. El volumen operado cayó un 3 por ciento a 417 millones de dólares.
La apuesta oficial es profundizar la actual recesión para anclar los precios vía un desplome fenomenal del consumo. Para eso las pocas herramientas de política monetaria están enfocadas en secar la plaza de pesos. El acuerdo con el FMI obliga al Central a no intervenir en el mercado del dólar. Sólo autorizó a hacerlo partir de un techo preestablecido –hoy en 44 pesos y en 48 para fin de año– y a vender hasta un monto máximo de 150 millones de dólares por día. En simultáneo, el Central debe reducir el monto de Lebac por el riesgo que implicaba cada vencimiento mensual. El stock de Lebac durante los primeros dos años de Cambiemos, derivado de la emisión de pesos para comprar los dólares del endeudamiento, llegó a los 1,2 billones de pesos. Para evitar que la no renovación (ampliación de base monetaria) se traslade en presión cambiaria se implementaron las Leliq, letras de cortísimo plazo (siete días).
Según informó el Banco Central, “en la primera licitación de Letras de Liquidez del Banco Central (Leliq) en el marco del nuevo esquema de política monetaria se adjudicaron órdenes por un valor nominal de 71.060 millones de pesos, con una tasa de corte de 71,999 por ciento”. “La tasa promedio de corte fue de 67,175 por ciento. El BCRA continuará realizando diariamente subastas de Leliq a 7 días para cumplir con la regla de crecimiento nulo del promedio mensual de la base monetaria que entró en vigencia hoy”, agregó en el comunicado de ayer.
Esos papeles son de uso exclusivo de los bancos y no pueden ser adquiridos de manera directa por pequeños inversores. El objetivo es evitar, como sucedió con las Lebac, una burbuja de Leliq. Para el ahorrista significa que la evaluación entre pesos y dólares deba hacerla respecto al rendimiento que los bancos quieran ofrecer por plazos fijos. Es así que mientras un banco coloca liquidez al 72 por ciento, el ahorrista recibe por un plazo fijo a 30 días el 40,5 por ciento anual promedio, según el último dato del Central.
En un escenario de incertidumbre política y económica, los actuales niveles de tasas de interés pretende aceitar la bicicleta financiera y aliviar las presiones en el frente cambiario. En las pizarras del microcentro el dólar finalizó en 39,55 pesos, pero en el segmento informal ofreció en 40,50 pesos.