La inquina que el gobernador Miguel Lifschitz expresó ayer de mañana hacia la política hídrica de los vecinos cordobeses, desapareció por la tarde al término de la visita del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y funcionarios de segunda línea del Ministerio del Interior y Obras Públicas. La pimienta, en cambio, estuvo en boca de los productores lecheros y dirigentes agropecuarios que participaron del encuentro realizado en Santa Fe: el reproche común fue la falta de compromiso con las obras de infraestructura necesarias para evitar estos desastres. Tras ello, Lifschitz prorrogó el estado de emergencia y el ministro macrista se fue apurado y pidiendo tiempo para diseñar una política de salvataje financiero para los productores afectados.

Componedor, Lifschitz aseguró que "hay voluntad política de buscar soluciones para el corto y mediano plazo". Reconoció que faltan obras por hacer, pero reparó en el "régimen de lluvias extraordinario, cuando los pronósticos auguraban un verano cálido y seco". Ante la impaciencia de los chacareros, dijo: "Hay que hacer obras y muchas se están haciendo, pero no es cuestión de hacerlas sin la certeza de que aguas abajo no perjudicarán a otras poblaciones y otros productores".

El secretario de Asuntos Hídricos nacional, Pablo Bereciartúa, destacó que hay trabajos comunes entre su cartera, Santa Fe y Córdoba, por los comités de cuenca de laguna La Picasa, río Carcarañá y centro de llanura pampeana del Río V. Y sorprendió al reconocer que habrá que revisar y "proponer cambios de política de uso de suelo".

El funcionario dijo que hay once obras en marcha, y que la mayor empezará este año: el dragado y reacondicionamiento del canal San Antonio, en la cuenca del Carcarañá, para mejorar el drenaje de esa zona cuyo desastre tiene epicentro en Chabás. Eso evitaría inundaciones en áreas productivas que hoy están anegadas, en los departamentos Constitución, Rosario y Caseros, y también en el sudeste cordobés. El presupuesto se estima en 800 millones de pesos.

Los productores demandaron a Buryaile. El presidente de Federación Agraria, Omar Príncipe, reclamó: "Se necesitan fondos no reintegrables, créditos a tasa cero y a dos años. No solo prorrogar vencimientos sino condonar". Apremiado, el ministro ruralista pidió tomarse "unos días para avanzar en una solución que excederá el marco normativo, porque la situación es extraordinaria. No podemos salirnos del esquema legal, por eso necesitamos tiempo para diseñar mecanismos financieros especiales" dijo.

Por afuera, el diputado de Cambiemos Federico Angelini chicaneó a la Provincia: "El gobierno nacional avanzará en obras de gran envergadura, pero se necesita que la Provincia invierta en caminos secundarios y rurales tal como promete pero no cumple luego de nueve años de gestión".