El 42 por ciento de los comercios de la ciudad de Bahía Blanca y alrededores se achicó este año a causa de la crisis, otro 39 por ciento quedó estancado y el 19 por ciento creció levemente. La decisión de reducir el negocio, que tiene como primer eje el despido de empleados, se sustenta en una caída de las ventas experimentada por el 71 por ciento de los comercios. El 56 por ciento de los comerciantes de la ciudad portuaria opinan que las ventas seguirán en picada en los próximos meses. Los datos fueron relevados por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y son una referencia importante para identificarlos como espejo del comportamiento en otros importantes centros urbanos del país.
La encuesta fue realizada entre 100 comercios durante el mes pasado. Se relevaron establecimientos del sector de venta de autos, camiones y motos, repuestos, combustibles, supermercados e hipermercados, verdulerías y fruterías, carnicerías, pescaderías, farmacias, indumentaria y calzado, artículos para el hogar, iluminación, muebles, materiales de construcción, ferreterías y pinturerías, librerías, insumos informáticos, relojerías y joyerías, jugueterías y artículos deportivos y equipos informáticos.
Este año, el 42,2 por ciento de los comercios se achicó, el 38,9 quedó estancado, el 18,9 por ciento tuvo crecimiento normal y nadie contestó que registra “crecimiento acelerado”. Por otro lado, el 71,1 por ciento de los comercios registró caída de las ventas, el 22,2 por ciento no encontró variaciones y el 6,7 por ciento dijo que las ventas subieron.
En relación a la evolución de la cantidad de ocupados, el 64,4 por ciento asegura que no tuvo cambios este año, el 31 por ciento indicó que redujo su plantilla y sólo el 4,4 por ciento, que aumentó el empleo. Del total de comercios relevados, tres cuartas partes expulsó personal el año pasado.
Ante la consulta de cuáles son los principales problemas que enfrentan los comercios, el “costo de los servicios públicos” se ubicó en el primer puesto, seguido por “disminución de la rentabilidad”, “caída de ventas” y “elevados costos de alquiler”. El 56 por ciento de los encuestados anticipa que las ventas disminuirán en los próximos meses y sólo el 10 por ciento espera un aumento. Además, el 34 por ciento espera una reducción de la plantilla de empleados.