El ajuste que está implementando el gobierno de Mauricio Macri en el sector público también llegó a las embajadas. En el marco del Día del Diplomático, la Asociación del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación (Apsen) advirtió que hay amenazas de cierres en sedes diplomáticas y cuestionó el impacto de los recortes en el servicio exterior. Su presidente, Eduardo Mallea, tomó la palabra el lunes durante un acto en el Palacio San Martín y alertó que una medida de ese tipo responde a una “visión miope y cortoplacista”. El canciller Jorge Faurie desestimó su reclamo y resaltó luego que quiénes se desempeñan en esa cartera cuentan con un “salario y condiciones laborales privilegiadas”.
“Se habla de cerrar embajadas, creemos sinceramente que esa es una visión miope y cortoplacista. Ya hemos pasado por eso en años atrás y luego, algunas de ellas tuvieron que ser reabiertas con el consiguiente mayor costo que el supuesto ahorro producido por sus cierres”, señaló Mallea durante el encuentro. En esa línea, resaltó el labor de los diplomáticos y volvió a lanzar sus dardos hacia Faurie. “¿Y si medimos a las mismas sólo bajo el prisma de nuestras exportaciones, deberíamos cerrar nuestras embajadas en la Santa Sede, en Naciones Unidas, en otros organismos internacionales o regionales?”, agregó.
La respuesta del canciller que asumió a su cargo en mayo de 2017, tras la renuncia de Susana Malcorra, no tardó en llegar. Faurie habló de una “torre magnífica” al describir el lugar en que trabajan quienes se desempeñan en Cancillería y aseguró que los empleados cuentan con un “salario y condiciones laborales privilegiadas.”.
“Tenemos que devolverles a los argentinos con el privilegio que recibimos y justificarlo ante la sociedad, por lo cual tenemos que trabajar enormemente más para que se vean resultados. Yo, como buen pesimista que soy, veo el vaso medio vacío y nos falta muchísimo para acompañar este momento de la Argentina”, manifestó Faurie.
Previamente el funcionario se había preguntado si se está “aprovechando realmente bien este momento en la escena internacional adonde Argentina vuelve luego de haber estado ausente durante buena parte del siglo XXI”. “¿Estamos respondiendo adecuadamente a lo que los argentinos nos piden? Eduardo fue muy crítico de la idea de que la diplomacia tenga en este momento una lectura solamente económica y comercial”, soltó el canciller.
Además, señaló: “No es así, pero también es así. No es así porque la diplomacia se ejerce en muchos campos”. Y agregó: “Hoy necesitamos crear trabajo. Tenemos 27 por ciento de personas bajo el índice de pobreza”.
El último ajuste que sufrió la cartera a cargo de Faurie fue en julio de este año, a través de un decreto que se publicó el Boletín Oficial, en el que se oficializaron recortes que incluyeron desde catering más austeros a una caja chica entre los embajadores en el extranjero bastante más reducida para realizar actividades políticas y sociales.