Diego Schwartzman fue el único argentino en pasar el filtro de la primera ronda en la jornada inaugural del Abierto de Australia, primer Grand Slam del año, que ya despidió a Federico Delbonis y Facundo Bagnis. El Peque, ubicado en el puesto 54 del ranking ATP, logró un gran triunfo ante el uruguayo Pablo Cuevas (22) por 6-3, 6-3 y 6-0, en un partido jugado en la cancha 13 del complejo Melbourne Park que duró una hora y 22 minutos. Su rival tuvo un día negro, con 51 errores no forzados y seis dobles faltas, lo que facilitó la victoria del porteño, que en la siguiente instancia jugará con el belga Steve Darcis (71), vencedor del australiano Sam Groth.
El pupilo de Juan Ignacio Chela, que por primera vez en su carrera superó la ronda inicial en Melbourne, dijo tras el duelo: “Esperaba un partido mucho más duro. Aproveché muy bien sus errores, jugando muy sólido. Se me vino a la cabeza el partido del año pasado y me dije que había que aprovechar la oportunidad. En el arranque del tercer set, a él se fue de cabeza, y eso me ayudó a consolidar mi juego”.
Por otro lado, reveló que su entrenamiento del día anterior con Roger Federer lo ayudó a tomar confianza para afrontar el debut. “Jugar con él siempre aporta mucho, sube el nivel. He practicado con él varias veces y su ritmo y nivel te ayudan. Además tiene un revés a una mano como mi rival de hoy y eso fue importante para poder ponerme más intenso y preciso”, comentó.
Asimismo, se postuló para ser uno de los integrantes del equipo argentino de Copa Davis que recibirá a Italia desde el 3 de febrero en el Parque Sarmiento: “Terminé dolido de no haber podido vivir la final y me tocó vivirla afuera. Ellos estuvieron muy bien y con la baja de Juan Martín Del Potro hay un cupo libre, y yo estoy disponible y espero tener esa oportunidad porque siempre me tocó bailar con la más fea cuando jugué Copa Davis”.
Distinta suerte fue la que corrió Delbonis (44), segunda raqueta del país y protagonista del punto consagratorio en la Copa Davis 2016, quien perdió con el estadounidense Steve Johnson (30) 6-3, 6-4 y 6-4 en dos horas de juego. El azuleño, todavía con el recuerdo fresco de esa histórica coronación para el tenis argentino, aceptó que su vuelta al circuito se vio complicada por las repercusiones de haber alzado la Ensaladera de Plata. “Pensé que podía tener un poco más de tiempo para descansar, pero me costó volver un poco, tuve muchos eventos y muy pocos días de vacaciones para despejar la mente. Espero que estas semanas, hasta lo próximo que juegue y ya que ha pasado la euforia, me sirva para trabajar y centrarme en todo lo que no trabajé en estas tres semanas”, aseguró antes de poner en duda su futuro próximo en esa competencia. “Puede estar en los planes jugarla o no, quiero analizar qué me sirve a mí para este 2017. Si me bajo será por lo que yo desee para lo que viene”, anticipó.
Por su parte, Bagnis (65) tampoco pudo acceder a la segunda ronda y cayó ante el británico Daniel Evans (51), reciente finalista del ATP 250 de Sydney, por 7-6 (8), 6-3 y 6-1.
Entre la medianoche de ayer y la madrugada de hoy se presentaban otros cuatro argentinos: Horacio Zeballos (68) frente al croata Ivo Karlovic (20), Renzo Olivo (71) ante el coreano Hyeon Chung (105), Guido Pella (81) con el español Roberto Agut (14) y Carlos Berlocq (90) frente al moldavo Radu Albot (96).