Conocida como la “Bancada de la Bala”, esta agrupación parlamentaria está formada por policías y legisladores de diversas profesiones, que han celebrado las masacres carcelarias, iniciadas el 1º de enero en el estado de Amazonas y continuadas una semana después en el de Roraima.
Uno de los miembros de ese bloque es el “Mayor Olimpio”, así se presentó en la boleta con que se eligió diputado por San Pablo.
En su perfil, el dipu-policía Olimpio ironizó, “Placar del partido en los presidios: Amazonas 60-Roraima 36”, equiparando el número de muertos al resultado parcial de un juego de básquetbol. Y más adelante incitó a que el ejemplo de esos dos reclusorios sea imitado en el de Bangú, de Río de Janeiro.
Los bloques de la bala, así como el de la Biblia (éste compuesto por pastores evangélicos), votaron mayoritariamente por la destitución de Dilma Rousseff en la sesión del 17 de abril de 2016 en la Cámara baja, presidida por un socio de Michel Temer, Eduardo Cunha, el evangélico que articuló la conspiración legislativa y hoy está preso, con pruebas, de haber cobrado millones de dólares en sobornos, algunos lavados en la cuenta de una entidad religiosa protestante.
La semana pasada Temer conversó con sus aliados del bloque legislativo policial quienes le solicitaron un aumento del presupuesto para el servicio penitenciario, la construcción de más cárceles y la creación del Ministerio de Seguridad. Con esas medidas que redundarán en aumentar la población carcelaria, a contramano de lo que recomiendan la ONU y Amnistía, se solucionará la crisis de los presidios, afirmó el comisario y diputado federal Alberto Fraga. Otras demandas de ese sector son la reducción de la edad de la imputabilidad penal y la venta irrestricta de armas.
La comitiva recibida en el Palacio del Planalto estuvo encabezada por Alberto Fraga y el Capitán Augusto, conocido por participar en las sesiones parlamentarias con uniforme policial.
El “Frente Parlamentario de la Seguridad Pública”, ésa es la denominación formal de la “Bancada de la Bala”, es un bloque fluctuante que suele contar con el apoyo de militares retirados, como Jair Bolsonaro, el diputado más votado de Río de Janeiro y aspirante a candidato presidencial en 2018.
Bolsonario justificó las ejecuciones “de los 111 marginales en la cárcel de Carandirú (1992) y de los 60 marginales, ahora en Amazonas”.
En abril del año pasado, cuando se pronunció por el golpe contra Dilma Rousseff, Bolsonario dedicó el voto al coronel del Ejército Carlos Brilhante Ustra, uno de los torturadores más famosos de la dictadura.