El Barcelona llegó a la jornada de hoy de Champions League sumido en un mar de dudas por sus últimas actuaciones en la liga española. Sin embargo, el conjunto catalán dio cátedra, justamente, en la catedral del fútbol mundial: Wembley. En el mítico estadio londinense se midió al siempre complicado Tottenham Hotspur y se llevó un triunfo categórico por 4 a 2.
Coutinho abrió la cuenta a los dos minutos del partido con un remate de lejos tras una salida fallida del arquero Lloris. Rakitic aumentó la cuenta a los 28 con una espléndida volea. Era todo del Barcelona ante el conjunto del argentino Mauricio Pochettino, que no alcanzaba a reaccionar. El gol de Rakitic significó el tanto número 600 de la rica historia del Barça en la Champions.
A los 7 minutos del complemento, Harry Kane, último goleador de la Copa del Mundo, acortó distancias. Renacían las esperanzas para el equipo de Londres. Pero apareció Lionel Messi. En una fenomenal jugada grupal, el argentino definió viniendo desde atrás, con un toque suave, como un taco de billar, para colocar la pelota junto a un palo.
Otro argentino, Erik Lamela, ex hombre de River, anotó el segundo descuento del Tottenham, a los 21 minutos. Nuevamente se abría el suspenso en Wembley. Pero Messi acabó con las dudas en el último minuto, con una contra que lo dejó solo frente a Lloris. Tres puntos de oro para un Barcelona que quiere encarrilar su rumbo en esta temporada.
"La Champions es la frutillita del postre para todos, pero para conseguirla hay que estar bien en Liga y en Copa. No es fácil cambiar el chip, hay que estar bien en Liga para estar bien en Champions”, señaló el rosarino tras el partido. “No vamos a dejar de lado ninguna competición, la Champions es especial pero pelearemos por Liga y Copa", agregó.