Un avión de carga turco se estrelló en una zona residencial de Biskek, capital de Kirguistán, y dejó como saldo al menos 37 muertos y quince personas heridas. El Boeing 747 no alcanzó a aterrizar en el aeropuerto e impactó contra más de 20 casas del barrio Dacha-Suu. Hasta el cierre de esta edición, el equipo de rescatistas buscaba la segunda caja negra de la aeronave para encontrar datos que explicaran el siniestro. El impacto ocurrió a las 7.17 hora local (22.17 hora argentina del domingo) cuando el  Boeing 747-400 de carga turco cayó en plena zona de viviendas al lado del aeropuerto. Los servicios de rescate locales ya habían localizado a media tarde una de las dos cajas negras de la aeronave, confirmaron fuentes oficiales. El avión “se dio la vuelta al precipitarse y se partió en tres o cuatro partes. Los fragmentos de los cadáveres de las víctimas están esparcidos por todo el perímetro”, dijo a su vez el viceprimer ministro kirguís, Mujammetkaliy Abulgazíyev. Entre las víctimas mortales hay tres niños de entre los pobladores y cuatro pilotos de la aeronave. Casi todas las personas fallecidas eran habitantes del vecindario. El Boeing 747-400 pertenecía a la compañía turca Avia Cargo Turkish (ACT), y cubría un vuelo para Turkish Airlines, en la ruta entre Hong Kong y Estambul con escala en Biskek. El presidente kirguiso Almazbek Atambaiev expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y dio orden al gobierno de “investigar a conciencia qué originó la tragedia”, según un comunicado de la jefatura del Estado.