Las lluvias obligaron a evacuar por prevención, en la localidad jujeña de Volcán y en la vecina Tumbaya, a alrededor de 300 personas luego del alud ocurrido el martes pasado que dejó 1700 damnificados, dos muertos, dos desaparecidos, y sepultada en barro, lodo y piedras a las dos ciudades.
La tormenta del domingo causó preocupación en los pobladores de Volcán, muchos de los cuales habían vuelto a sus casas tras el alud y ayer, tras la intervención del Comité de Emergencias que dispuso la evacuación, regresaron a los centros de refugiados que son la iglesia, un campamento de Vialidad y la casa de la familia Bárcena, hasta que mejoren las condiciones climáticas.
El domingo a las 10 de la noche se produjo la evacuación de los pobladores de Volcán y en menor medida en Tumbaya. Ayer, algunos estaban volviendo a sus casas. El director de Emergencias de Jujuy, Alejandro Cooke, aseguró que “hubo también autoevacuados, pero no es cierto que hubo un nuevo alud, sí se mojó el barro que está estacionado en todo el pueblo desde el martes pasado y que demanda una labor intensa de las máquinas viales y de las cuadrillas”.
El ministro de Seguridad de Jujuy, Ekel Meyer, sostuvo que “el tiempo no nos acompañó, la fuerte lluvia de ayer (el domingo) hasta la madrugada de hoy (lunes) nos perjudicó en el trabajo de ayuda a la gente”, y agregó que “no hubo cuestiones de salud graves y los centros de distribución alimentaria trabajan con normalidad”. El ministro explicó que “no hay situación de riesgo, no hubo desprendimientos, no hubo bajada de barro, lo que si el anegamiento que dejó el alud hace que el agua corra y vuelta a instalarse en las calle perjudicando los trabajo”.
Por otra parte, la brigada de bomberos continuó ayer la búsqueda de las dos personas desaparecidas luego del alud, Elena Zambrano, de 77 años, y Juan Carlos Zambrano, de 59, residentes de Volcán.
Por su parte, la secretaria de Derechos Humanos de Jujuy, Susana Haquim describió que la situación en la zona “es muy crítica”, y señaló que “lo que se estaba logrando ayer era la reconstrucción de la ruta que va al norte porque tenemos pueblos incomunicados y desabastecidos, toda la parte norte el camino de Purmamarca, Tilcara no tiene combustible, no hay dinero en los cajeros y los almacenes vendieron toda la comida”.