La volatilidad cambiaria volvió ayer a la city porteña. El dólar cerró en 39,43 pesos, con un incremento de 72 centavos. El Banco Central ofreció de nuevo tasas de interés del 74 por ciento para las Leliq y aspiró casi 98 mil millones de pesos del mercado. La estrategia contractiva de la entidad esta vez no fue suficiente para contener las presiones del tipo de cambio. La duda entre los inversores por el aumento exponencial de las Leliq impulsa la dolarización. El clima financiero internacional fue otro factor de inestabilidad cambiaria. Las monedas de los países emergentes perdieron valor contra el dólar y la Argentina no fue la excepción. La suba del tipo de cambio se acompañó con caídas de las acciones y un nuevo salto del riesgo país.
La propuesta del Central de congelar la base monetaria y poner tasas de interés elevadísimas a partir del lunes no fue efectiva ni por una semana para contener las presiones con el dólar. La cotización mayorista, con la que operan los bancos, los importadores, los exportadores y los grandes inversores, se ubicó ayer en 38,30 pesos, con un aumento de 61 centavos. El país arrastra una inestabilidad permanente de la divisa hace cinco meses. Los motivos para explicar esta situación son estructurales y se asocian con factores tanto internos como externos.
El aumento exponencial de las Leliq es uno de los elementos internos que potencia el problema cambiario. La estrategia de la entidad de absorber pesos del mercado sin importar el aumento del stock de estas letras genera dudas sobre la sustentabilidad macroeconómica. Esto incentiva una conducta tradicional de los inversores: la compra de dólares para refugio. “Ni el Gobierno ni el Fondo permitieron un recuperación de la confianza. El propio The Wall Street Journal dice que sacar los pesos del mercado no es la estrategia correcta para resolver el problema del país”, indicó el director del Observatorio de la Deuda Externa de la UMET, Arnaldo Bocco. Agregó que “el inversor ve que el Central remunera el encaje de los bancos con tasas cada vez más altas y toma una decisión lógica. Compra dólares y espera el estallido”.
El Central pagó ayer hasta 74,0 por ciento de interés por colocar nueva deuda en Leliq. La cifra fue idéntica respecto de la anotada la jornada previa. La tasa del corte promedio de estas colocaciones fue del 72,8 por ciento (casi un punto porcentual más respecto de la jornada previa). La entidad a cargo de Sandleris repite la estrategia de endeudamiento sin control de Sturzenegger con las Lebac y las Leliq empiezan a considerarse una deuda insostenible para el mediano plazo. El pasivo del Central por estas letras se ubicó el 2 de octubre (último dato disponible) en 476 mil millones de pesos, cuando 30 días antes era de 304 mil millones. La deuda de la autoridad monetaria en Leliq subió 57 por ciento en menos de un mes.
Los elementos externos también provocaron presiones cambiarias. Las monedas emergentes mostraron inestabilidad. El clima financiero fue menos amigable en el mundo, tras la suba de la tasa de interés de referencia de Estados Unidos, que alcanzó al 3,20 por ciento. Se trata de la cifra más elevada desde principio de 2011. La mayoría de las economías latinoamericanas registraron devaluaciones de sus monedas, entre las que se destacan el aumento del 1,7 por ciento del peso chileno, del 0,6 por ciento del peso colombiano y del 0,5 por ciento del peso mexicano. En la Argentina la suba de la divisa fue del 1,9 por ciento y permite observar el error de diagnóstico del Central.
Las subas del tipo de cambio se registraron principalmente hasta el mediodía. Al final de la rueda, la licitación de leliq hizo bajar de 38,60 a 38,30 pesos la cotización. El volumen negociado en el mercado cambiario fue de 459 millones de dólares.Las reservas internacionales se ubicaron ayer en 49.013 millones de dólares, con un aumento de 50 millones en la jornada.