Las acciones de empresas líderes, tanto en el mercado local como a través de sus papeles representativos en Nueva York (ADR), se desplomaron ayer luego de que el periódico financiero Wall Street Journal alertara sobre los errores del Fondo Monetario en el diagnóstico y la receta para la crisis económica argentina. En la Bolsa porteña los papeles privados perdieron en promedio un 3,1 por ciento. Pero el efecto cascada comenzó en Wall Street, donde las pérdidas al cierre alcanzaron hasta un 6,4 por ciento, aunque llegaron a superar el diez de baja durante la jornada. Los títulos públicos también se negociaron con bajas de entre 2 y 5 por ciento, parte por la corrección a la baja del dólar de los últimos días (ver aparte) y por la incertidumbre respecto de si el Gobierno contará con las divisas para enfrentar compromisos futuros. Frente a un record en ochos años en los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, a 3,232 por ciento, el efecto de la caída de los títulos argentinos llevó el riesgo país a los 649 puntos básicos.
El esquema en extremo contractivo de la base monetaria que aplica el Banco Central, con una tasa de interés rectora en el orden del 74 por ciento y subiendo, sólo profundizará la recesión. Esa recesión pegará de igual forma a todas las ramas productivas. Por eso es que la ola de ventas en la Bolsa porteña acaparó ayer a todas las actividades, incluso la financiera. En el caso de los bancos, únicos beneficiarios de la exorbitante tasa que paga Guido Sandleris para que acepten entregar sus pesos y no ir al dólar, el castigo en sus acciones es porque el mercado entiende que el esquema monetario actual no es sustentable. Los balances de los bancos podrían quedar fuertemente dañados si la bomba de leliq explota y el Gobierno no puede afrontar los vencimientos. De hecho, fueron los bancos lo que más cayeron durante la jornada.
En el caso de los ADR (American Depositary Receipt), las bajas llegaron a superar el diez por ciento, aunque luego cedió algunos puntos antes del cierre. El ADR del Grupo Financiero Galicia finalizó la jornada con un descenso de 5,9 por ciento, seguido de cerca por Banco Macro, con un rojo de 5,8 por ciento, y BBVA Francés, con 4,9. El contagio a la Bolsa porteña fue un descenso de 6,9 por ciento para el Banco Francés, de 5,3 para el Macro y de 5 para el Galicia.
El efecto alcanzó a todos los papeles privados argentinos. En ADR, además de los bancos, registraron caídas las energéticas Edenor (-4,5 por ciento), Pampa Energía (-6,5) y Transportadora Gas del Sur (-6,4). Esto se explica por el impacto de la devaluación de más de un 50 por ciento del peso frente al dólar en los costos de las compañías y con cada vez menos margen de trasladarlo a los deteriorados bolsillos de los usuarios. Dentro del MerVal las principales bajas –que no sean bancos– fueron para Central Puerto (-6,8 por ciento), Loma Negra (-6,01), Mirgor (-5,2), Transener (-4,9), Pampa Energía (-4,9), y Edenor (4,3), entre otros. El resultado fue una segunda caída consecutiva del Merval –esta vez de 3,1 por ciento– hasta ubicarse en los 31.208,4 puntos.
Pese al respiro en la escalada del dólar que consiguió Sandleris con el remate diario de letras, la estrategia genera desconfianza. “El determinante clave de la inflación no es la cantidad de dinero en la economía. No es el gasto del Gobierno. No es la política del Banco Central. El problema de estas economías es que están expuestas a lo que ocurre con el flujo global de los capitales”, alertó el Wall Street Journal, que alerta de la fragilidad del país a nuevas subas de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal. La lapidaria publicación del medio financiero estadounidense allanó el terreno para el retroceso de ayer en los ADR de empresas argentinas. A esto se sumó una tendencia negativa en los principales mercados globales, que otra vez en los activos argentinos se amplificó. La caída contrastó con el aumento en el retorno de los bonos del Tesoro, hasta su nivel más alto desde mediados de 2011, como consecuencia de expectativas sobre una mayor alza en la tasa de interés de la Fed (actualmente en un rango de 2 y 2,25 puntos).
Esta expectativa de suba de tasas en Estados Unidos, que derivará en mayor flujo de capitales hacia esa economía, amplió la brecha entre los rendimientos de los bonos norteamericanos y los argentinos, lo que se ejemplifica en un riesgo país de 649 puntos. El bono a cien años, un emblema del actual ciclo de megaendeudamiento, perdió 3,1 por ciento. Otros descensos pronunciados en títulos fueron para el Bonar 2021, con una caída de 4,1 por ciento; Global 2027, con rojo de 3,9 por ciento; el bono Discount 2033, con 3,4 por ciento; y el Bonar 2028 bajo legislación de Nueva York, 3,2 por ciento.