La lógica de castigo sobre la población más débil y el accionar policial, incluso dentro de espacios que no son de su competencia, como entrar armados a establecimientos escolares, se incrementaron en los últimos años. La socióloga Florencia Gentile, integrante del Plenario del Consejo de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Legislatura porteña, afirmó que existe una carencia de “la lógica del derecho” por parte del Estado.
–¿La violencia institucional en los barrios populares empeoró?
–El parteaguas fue la entrada de la Gendarmería a los tiros en el Bajo Flores, frente a chicos que estaban en una murga, en enero de 2016. Además, el traspaso de las policías generó muchos cambios en los lineamientos de la intervención estatal en general. El resultado es un recrudecer de la violencia.
–¿Por qué cree empeora esta situación?
–Hay una concepción de políticas de seguridad en donde supuestamente las fuerzas de seguridad tienen que intervenir para evitar un delito. Desde esa lógica, se interviene en una esquina permanentemente, se pide documentos a los que la policía considera sospechosos y es súper contraproducente porque habilita a prevenir de manera arbitraria en función de prejuicios y estigmas que recaen en el mismo colectivo social.
–¿Los programas de acceso a la Justicia ya no funcionan?
–Quedan oficinas, pero muy limitadas en su intervención concreta. Las formas de desarticular esas políticas no fue el cierre directo sino el vaciamiento, la quita de recursos, el despido del persona. Al retirarse, la única presencia del Estado que queda en esos barrios es la policía, que no tiene límites para su accionar histórico. No se puede leer la avanzada de la lógica punitiva y de la violencia institucional sin remitir al retroceso de los derechos sociales, económicos, culturales de los pibes en particular.