En 1992, el profesor de Matemática Jorge Blumenfarb, uno de los docentes aludidos por las egresadas del Colegio Nacional de Buenos Aires en su manifiesto, ya había sido denunciado por el mismo comportamiento de abuso de poder y violencia machista sistemática por sus estudiantes de 4° año, 2ª división. Y también fue encubierto por las autoridades de la institución. En ese momento, el rector era Horacio Sanguinetti, quien tuvo la gestión de mayor duración en la historia del CNBA, entre 1983 y 2007. Blumenfarb mostraba en aquel tiempo la misma conducta discriminadora y sexista en el aula que mencionaron las ex alumnas en la explosiva denuncia que leyeron durante la ceremonia de graduación, una semana atrás. También hostigaba a los varones con comentarios sexuales, según la acusación que hicieron en 1992 estudiantes del Colegio. “En aquel entonces chocamos contra una pared al denunciar el hecho en la institución”, reveló a PáginaI12 Gabriel Delisio, uno de los alumnos que lo acusaron en ese tiempo. “Parece mentira que sea un calco del recorrido que hicimos con mis compañeres hace 26 años: recurrimos al regente y al vicerrector para denunciar lo que hacía Blumenfarb. Las personas que podían ayudarnos nos decían que no se podía hacer nada. Nos deslizaron que podíamos tomar acciones por nuestra cuenta, pero no por la vía institucional”, contó Delisio, que actualmente es docente en la Facultad de Arquitectura de la UBA –donde también da clases Blumenfarb–, es consejero directivo y secretario adjunto del gremio docente AGD. Sumidos en la impotencia, buscaron cómo escarmentarlo colectivamente, pero Delisio resultó el único sancionado y terminó expulsado del CNBA. Esta semana se contactó con la dirección de Derechos Humanos del Rectorado de la UBA y se ofreció a declarar en el marco de la investigación que encaró el organismo a partir de la denuncia de las egresadas. Además, aportará documentación –a la que tuvo acceso este diario– que prueba el amparo y la protección que le brindaron a Blumenfarb las autoridades del CNBA un cuarto de siglo atrás.
Entre la documentación que guarda el ex alumno y mostró a PáginaI12, hay una carta firmada por 17 madres y padres de esa camada, que fue entregada al rector, donde se detallan las conductas sexistas e inapropiadas de Blumenfarb y le piden que sea investigadas: comentarios sexuales a mujeres y varones, y sobre sus atributos físicos. Habitualmente, además, hacía pasar a las alumnas al pizarrón tras lo cual, él o “un ayudante” corría el escritorio para que los demás le vieran el culo mientras Blumenfarb hacía de comentarista, entre otras situaciones. Las mismas escenas que describieron ahora las ex alumnas, lo que haría suponer que desde hace más de un cuarto de siglo se repiten en sus clases. Esa carta de los padres y madres, dirigida a Sanguinetti, tiene fecha del 1º de marzo de 1993: “De acuerdo a lo conversado con Ud. y el profesor Potenze (N. de R. quien en la práctica presidía la Asociación de Profesores del CNBA) en la reunión realizada el 26 de febrero pasado solicitamos que se investiguen los hechos mencionados en la nota adjunta, a fin de tomar las medidas que considere pertinentes con respecto al profesor Blumenfarb, y así sean presentadas al Tribunal de Etica del Colegio”, dice la nota de puño y letra.
Según contó Delisio, nunca Blumenfarb recibió ninguna sanción. Y siguió dando clases hasta la actualidad en el CNBA. También es docente en el Colegio Nacional Pellegrini y titular de cátedra en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, donde dicta la materia Matemática.
La vendetta
Delisio recordó que sufrieron a Blumenfarb desde el inicio del año escolar en 1992. Y aunque pusieron al tanto de sus conductas a autoridades del CNBA, “pasaban los meses y todo seguía igual”. Nunca obtuvieron respuesta. “De 15 a 20 alumnes nos llevamos Matemática a diciembre por haber desaprobado un examen que discrecionalmente Blumenfarb decidió tomarnos a algunas y algunos con una dificultad muy superior a la del resto”, señaló. Aunque no tiene la certeza, su sospecha es que ese examen, con ejercicios muy difíciles, podría haber sido una venganza del docente, al enterarse de que lo estaban denunciando.
“Después de aprobar la materia, con un grupo de compañeres decidimos tomar una acción por fuera del colegio. A la distancia creo que no debimos hacerlo, pero en su momento, con 16 años y sin respuestas por parte de la institución, fue la única forma que encontramos para expresar el repudio a las mismas prácticas que este sujeto viene ejerciendo de forma ininterrumpida desde aquel entonces, como denuncian las chicas”, agregó Delisio. Esa acción por fuera del CNBA a Delisio le costó la expulsión, que fue pedida, como medida ejemplar, por docentes de la institución agrupados en la Asociación de Profesores.
¿Qué hicieron para escarmentar a Blumenfarb? Publicaron un aviso clasificado en el antiguo rubro 59 del diario Clarín, de servicios sexuales, con sus datos personales. Delisio fue el único sancionado –aunque, aclara, fue una acción colectiva– porque había puesto su DNI al contratar el aviso y fue rápidamente identificado por el profesor, quien recibió durante varios meses llamadas de supuestos “clientes”. “Esto me valió la expulsión “del Colegio” y, a mis compañeres, la persecución y el estigma de “la división maldita” para desatar la cacería de brujas y dar con el resto de los “responsables”. Todo con el apoyo que la Asociación de Profesores le brindó a Blumenfarb. Apoyo al victimario y desconocimiento de las denuncias de las víctimas”, destacó Delisio, quien terminó el secundario en el Liceo 9, de la ciudad de Buenos Aires. “¿A nadie le llamó la atención por qué sabíamos la dirección del profesor? La teníamos porque se la daba a algunas alumnas para que fueran a buscar sus exámenes a su casa”, apuntó Delisio.
Por la publicación del aviso con sus datos, Blumenfarb luego le inició a la familia del adolescente un juicio civil por “daño moral” y reclamó el pago de un monto indemnizatorio de 30 mil dólares, señaló su ex alumno. El profesor ganó el juicio.
“Los únicos hechos comprobado hasta el presente son que Delicio (sic) hizo publicar el aviso, que lo molestaron a Blumenfarb por el portero eléctrico de su casa a cualquier hora de la noche (durante la última semana de diciembre) y que voces anónimas lo insultaron por el teléfono durante cerca de dos meses...”, dice la nota firmada por docentes del CNBA y dirigida a Sanguinetti, en la que afirman que “todos los profesores con quienes hablamos coinciden en que Delicio (sic) no puede seguir en el colegio...”. La nota, según consta en cursiva, fue leída “en reunión de jefes de Departamento” y “se acordó por unanimidad recomendar la figura legal correspondiente a la separación del alumno de la institución y la imposibilidad de que obtenga el título de Bachiller del Colegio Nacional de Bueno Aires”. Esa reunión, según está consignado en ese texto, fue el 15 de marzo de 1993. A lo largo de las tres páginas del sumario, no se hace ninguna mención a las conductas de Blumenfarb que motivaron esa acción contra el profesor. La firman 15 profesores. Del texto se desprende que buscaron silenciar otras posibles denuncias contra docentes. “El Colegio es una institución esencialmente educativa y sus sanciones (o correcciones como se les da en llamar en la nueva terminología pedagógica) no tienen un objetivo punitivo sino formativo, por lo que hay que pensar en una medida que indique claramente a los alumnos cuáles son los límites de su conducta y que al mismo tiempo resulte ejemplar y propedéutico para el sancionado y para todos sus compañeros”, dice la nota, a la que tuvo acceso este diario.
Shock
“Estoy muy conmovido. Tenemos un grupo de mail con mis compañeros de aquella época y muchos están muy shockeados también. Tenía toda esta historia muy guardada”, dijo Delisio a este diario. “Me emociona mucho ver a estes egresades que con gran valentía le pusieron el cuerpo a una denuncia muy profunda sobre prácticas machistas, de violencia de género y hacia las disidencias en la relación de subordinación existente entre alumnes y docentes de un colegio secundario”, escribió Delisio en su Facebook, al conocer el manifiesto de Mujeres y Disidencias CNBA, que se viralizó a comienzos de la última semana.
Según pudo saber este diario, en la Unidad de Género de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, que tiene a su cargo la aplicación del “Protocolo de acción para la prevención e intervención ante situaciones de violencia o discriminación de género u orientación sexual”, que se puso en vigencia en 2017, habrían recibido también una denuncia por acoso contra Blumenfarb.