La maquillada foto de los cuatro integrantes de Alternativa Argentina –el sector del peronismo que presentaron Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti y Miguel Ángel Pichetto– tuvo su réplica esta semana con la imagen de la mesa de acción política del PJ Nacional. Mientras que al primer grupo le viene costando sumar adherentes, el PJ convocó a la mesa al sindicalismo de Hugo Moyano y Ricardo Pignanelli y anunció que buscarán alianzas para un gran frente opositor. Y, lo más trascendente, hay contactos para que Massa se una a este armado.
La mesa de acción política se creó luego de la decisión de la jueza María Servini de Cubría de intervenir al PJ, más tarde revertida por la Cámara. La mesa está conformada por dirigentes que no integran la conducción partidaria, aunque los miembros de la conducción pueden participar si lo desean. La aclaración es por las quejas que habrían deslizado los miembros del grupo “alternativa” por no haber sido invitados. “Nosotros no le cerramos la puerta a nadie. Si querían participar lo podían haber hecho, nuestro único límite es Macri”, respondían cerca de José Luis Gioja, presidente del PJ.
La tensión es evidente. Una de las resoluciones de la mesa fue que el PJ devolviera el proyecto de Presupuesto y le exigiera al Ejecutivo que preparara uno nuevo con números reales. Un par de horas después, Pichetto –desde San Martín, donde compartió un acto color sepia con Eduardo Duhalde– afirmó que el Presupuesto será aprobado porque, de lo contrario, las consecuencias resultarían peores.
En el peronismo hacen una división de los gobernadores en tres franjas. Los más cercanos al macrismo –Urtubey, Schiaretti y el entrerriano Gustavo Bordet—, los opositores –Alberto Rodríguez Saá, Carlos Verna, Alicia Kirchner y Gildo Insfrán– y un grupo restante en el centro, oscilando. En ese centro ubican al tucumano Juan Manzur, quien viene organizando la celebración del 17 de octubre en su provincia junto a las 62 Organizaciones reflotadas de la mano de Luis Barrionuevo. Manzur y Barrionuevo reparten invitaciones generosamente con la idea de que sea un acto “para todos”, aunque varios dudan. Manzur pretende convertirlo en su lanzamiento para la competencia nacional. Todavía es una incógnita lo que sucederá con ese acto.
La discusión por el Presupuesto, entienden en la conducción del peronismo, resultará decisiva para ubicar a cada gobernador en el casillero correspondiente.
Avenida angosta
Sergio Massa ya hizo una autocrítica sobre la foto de los cuatro. Dijo que faltó una mujer como, por ejemplo, la fueguina Rosana Bertone. En su entorno aseguran que hoy se siente más cercano a la línea de los gobernadores críticos como Bertone (se enojó mucho cuando se enteró por los medios que el Gobierno quitaba los impuestos al ingreso de productos electrónicos del exterior, lo que golpea a la industria fueguina del ensamblado), Verna y Manzur, que a los demasiado amigables Urtubey y Schiaretti. En sus últimas apariciones profundizó su rechazo al modelo de Cambiemos y diputados afines como Diego Bossio cambiaron su postura y ahora también reclaman un nuevo presupuesto. Si se mantiene en esa línea, Massa podrá recuperar la confianza de algunos miembros de su bloque que tomaron distancia en los últimos tiempos como Felipe Solá, Facundo Moyano y Daniel Arroyo.
“El tomó nota de lo que pasó en la última elección. Lo de la ‘ancha avenida’ no funcionó. Lo de mostrarse como antikirchnerista, como hace ahora Urtubey, no sirve. Massa va a tratar de no hablar más del kirchnerismo, plantea lo suyo como una propuesta ‘superadora’”, explicaba un colaborador del líder del Frente Renovador. Aquello de que “si no existieran los fueros, Cristina va presa”, la reconoce como otra frase poco feliz. Fue sacada un poco de contexto pero Massa, con su experiencia, sabe que debe evitar ese tipo de zancadillas.
El discurso de Massa, explican, apuntará a una vuelta al “primer kirchnerismo”, el de los superávits gemelos. Por lo que se rodeará de funcionarios de aquel momento como Roberto Lavagna, Martín Redrado y Aldo Pignanelli. También habla de sumar a Rafael Bielsa y a José Nun y mantiene contactos frecuentes con Florencio Randazzo.
Los últimos sondeos que le acercaron marcan que hoy el electorado que se considera opositor ya llega al 65 por ciento y es ahí donde quiere pescar. Visitas a pymes y recorridas por barriadas humildes serán las fotos que se verán de él en los próximos días. El fin de semana que viene viajará a Estados Unidos para dar charlas en la Georgetown University y en el Wilson Center en plan de fortalecer su perfil presidencial.
Para afuera, Massa insiste que no es momento de definiciones electorales. Puertas adentro, el líder del Frente Renovador no pone barreras a ninguna alianza. El viernes pasado, según trascendió, le aseguró en una reunión a Moyano y a Pignanelli que su intención es competir en las PASO contra el kirchnerismo. Pero todavía es temprano para dar algo así por cerrado. También esperará ver cuál será la decisión de Cristina Kirchner, ilusionado con la posibilidad de un eventual “renunciamiento histórico”. Marzo o abril será el momento.