“La mayoría de la gente que se queja del aumento de gas son kirchneristas”, evaluó el secretario de Energía, Javier Iguacel, intentando descalificar así el malhumor y la reacción social generados por un insólito aumento encubierto en la tarifa: la obligación de pago de un retroactivo, a partir de enero, para compensar a las productoras de gas por la devaluación entre abril y septiembre. “Más de la mitad de los que se quejan por las subas son militantes que quieren meter miedo”, aseguró el funcionario durante una entrevista en radio ayer por la mañana, en la que además acusó a la principal fuerza de oposición de generar “desinformación a través de mentiras”.
La insólita Resolución 20/18 de la Secretaría de Energía, conocida el viernes, establece un pago adicional en la tarifa a partir de enero, y en 24 cuotas, para compensar la diferencia de precio del gas que percibirán las petroleras, por la devaluación del peso a partir de abril y hasta el mes de septiembre. Es decir, que se trata de un ajuste del precio del gas correspondiente a la tarifa del semestre pasado (abril/septiembre de 2018). Dicha tarifa, aprobada por el Enargas en marzo de 2018, estaba calculada en base a un valor promedio del dólar de 20,55 pesos para el semestre señalado. Pero el salto posterior del tipo de cambio provocó una diferencia de precios acumulada de unos 10 mil millones de pesos a favor de las petroleras, según estimaciones de medios especializados. Esta diferencia es la que la Resolución 20/18 de Iguacel pretende cargar sobre las espaldas de los consumidores, saldando así la controversia entre productores y distribuidoras, sin que estas últimas deban afrontar la diferencia (ver nota al respecto de Marcos Rebasa en esta página, explicando la génesis del conflicto).
La parte a pagar por cada consumidor se calcularía en función del gas consumidos durante el período abril a septiembre de este año. El incremento se sumará al ya recibido por los usuarios sobre el gas consumido a partir del 1º de octubre, que es del orden del 35 por ciento. Según intentó explicar Iguacel ayer, por Radio Mitre, “no es una compensación a las petroleras”, sino el pago de “una diferencia del precio que se debe pagar en el siguiente período, es decir en el verano”. Una argucia con la cual el funcionario pretendió eludir que este aumento es un beneficio extra a las petroleras, producto de la dolarización del precio del gas producido y consumido en el país, sino además que el tarifazo resultante es superior al 35 por ciento anunciado.
De hecho, las distribuidoras Metrogas y Gas Natural Fenosa (ex Gas natural BAN) habían presentado ante la audiencia del 4 de septiembre, solicitudes de aumentos de la tarifa del 94 y el 200 por ciento, respectivamente, para aplicar a partir de este mes de octubre (ver nota de Página 12 del 2 de septiembre de este año). Esos cálculos surgían de volcar directamente al precio final el impacto del nuevo valor del dólar, tal cual los habilita el reglamento revisado por el actual gobierno. La Secretaría de Energía, junto al Enargas, terminó convalidando un aumento más limitado (35 por ciento) pero también un segundo ajuste en la forma de una “diferencia de precio” a abonar por los usuarios en 24 cuotas, a partir del año próximo. Este esquema había sido propuesto por Metrogas en la audiencia pública del martes 4 de septiembre.
El pago a valor dólar del petróleo y el gas a los concesionarios de los yacimientos fue decidido por el gobierno de Cambiemos como un estímulo a la inversión. El pago del gas natural destinado al mercado interno en dólares fue ratificado por un acuerdo entre distribuidoras y productoras en noviembre de 2017, ratificado por el Enargas este año (Actuación 574/18), que establece que “las facturas serán emitidas en dólares y pagaderas en pesos al tipo de cambio vendedor del Banco de la Nación Argentina del cierre del día anterior a la fecha de pago”.
“Durante el invierno, los productores de gas facturaron a las distribuidoras el precio establecido semestralmente por el Enargas; la diferencia se debe cobrar en el siguiente período, es decir en el verano”, quiso justificar ayer Iguacel el inexplicable doble aumento de la tarifa. Y acusó a la ex presidenta y actual senadora Cristina Kirchner de querer confundir “desinformando” a la población al hablar de compensación. “Son militantes que quieren asustar a la gente con mentiras”, aseveró, afirmando que “más de la mitad de los que dicen eso, una gran cantidad por lo menos los que me ha tocado revisar a mí, terminan reconociendo que tenía una fuga de gas o tenía una casa de 350 metros cuadrados”. Agregó, además, que el 70 por ciento de los hogares pagará menos de 700 pesos en el verano incluso “después del aumento del 34,7 por ciento”. Menos que el precio del abono de la TV por cable, expuso. Es decir, a su criterio los usuarios no tienen de qué quejarse.