Independiente sumó anoche su segundo triunfo del campeonato al superar por 2-1 a Patronato como visitante en un encuentro repleto de incidencias, donde el equipo de Holan terminó jugando con uno menos. El local, por su parte, no pudo sumar para escapar de los puestos de descenso.
El Rojo llegó a Paraná con ánimos de remendar su orgullo tras la eliminación sufrida el martes frente a River, en los cuartos de final de la Copa Libertadores. Sin embargo, tras tan sólo 45 minutos de fútbol sin goles, lo único que sumó el elenco de Holan fue tres lesionados. A los 7, Alan Franco –uno de los convocados por Scaloni para la gira de la Selección Argentina por Arabia Saudita– salió por un golpe en el tobillo. A los 37, fue el turno del chileno Francisco Silva. Y, para colmo, a la salida del entretiempo, Silvio Romero se quedó en el banco, con hielo en su rodilla.
A todo esto, como es habitual, Independiente se había hecho patrón de la pelota en Entre Ríos, con porcentajes cercanos al 70-30. Pero el que mejor supo qué hacer con ella fue el dueño de casa quien, con la prioridad de conservar el cero en su propia valla, se las ingenió para hacer daño con poca gente en ataque. Fue así que, tras unos inocentes remates de Vera desde fuera del área con los que Campaña casi no se esforzó, una buena maniobra de Rescaldani, que aprovechó una mala salida del fondo rojo, terminó en un buen remate del ex Vélez que, ahora sí, hizo revolcar al uno uruguayo.
Al inicio del segundo tiempo, Holan ya había hecho sus tres cambios. Un dato que cobró mayor relevancia cuando, en la lucha con el potente Rescaldani, Figal y Hernández chocaron en el aire y quedaron varios minutos en el suelo. El tucumano volvió. El defensor, no. Independiente iba a jugar con diez hasta el final. Pero mientras el Rojo emparchaba su esquema táctico y veía cómo también Meza requería atención médica –aunque volvería–, Patronato no sabía cómo aprovecharse de su diezmado rival. Algo que el Rojo no tardó en materializar. En cinco minutos y frente a todo pronóstico, Independiente se puso 2-0. Primero, a los 67, con un remate de Benítez desde afuera del área que se desvió en alguna pierna y se transformó en el primero de la visita. Luego, a los 72, Vera calculó mal un cruce y Gigliotti puso el segundo frente a la humanidad de Bértoli.
Independiente se hacía con una victoria impensada por cómo se habían dado las cosas. Cerca del final, un penal para Patronato convertido por Vera le daría más incertidumbre al resultado. Pero el Rojo, con varios de sus soldados caídos aún corriendo y gracias a las atajadas de Campaña, no iba a dejar escapar esos tres puntos.