Al menos 600 familias de la localidad santafesina de Arroyo Seco “perdieron todo”. La estimación de los daños tras la tercera inundación que desde diciembre pasado sufre esa ciudad santafesina se calcula en millones de pesos, mientras que permanecen evacuadas 235 personas.
Se trata de la localidad de Santa Fe más afectada por las lluvias del fin de semana y de ayer. Gabriel Olivé, secretario de Gobierno local, sostuvo que cayeron "400 milímetros", algo que nunca había ocurrido. Olivé agregó que el agua llegó "a lugares que jamás se habían inundado".
El funcionario dijo también que durante las últimas horas el agua comenzó a escurrir. “A todo esto hay que sumarle el agua que viene de los campos de las localidades de Fighiera y General Lagos", situadas a pocos kilómetros de Arroyo Seco, sostuvo.
Los evacuados están alojados en el complejo Los Tiburones de esa localidad ubicada a 35 kilómetros de Rosario y son parte de las “entre 600 y 800 familias que perdieron todo”. “Queremos relevarlos para activar créditos para que puedan recuperar lo que se les perdió", adelantó.
Por otra parte, el secretario de Protección Civil de Santa Fe, Marcos Escajadillo, señaló que "la situación está mejorando en las localidades del sur santafesino que fueron afectadas por el temporal del último fin de semana".
Consideró que desde ayer a media mañana se puede acceder a Arroyo Seco para llevar "toda la ayuda que se había organizado". Además, dijo, en "Melincué se continúa con el monitoreo de la laguna, el refuerzo con equipos de bombeo y de grupos electrógenos para que la localidad pueda estar mejor protegida".
En tanto, varias rutas de esa provincia continúan cortadas y se suspendió la circulación del tren que parte de Buenos Aires y pasa por Arroyo Seco debido al anegamiento de las vías. La autopista que une la Capital Federal con Rosario fue habilitada, pero había demoras por la presencia de agua en la calzada.
La Agencia Provincial de Seguridad Vial advirtió que a la altura de la localidad de Theobald, 53 kilómetros al sur de Rosario, el paso se hacía en forma lenta porque había agua sobre el asfalto, por lo que se había formado un kilómetro de cola de vehículos.
En cambio, la ruta nacional 34 tenía un corte por abundante agua en la calzada desde el kilómetro 85 hasta el 92, entre las localidades de San Genaro y Centeno. Por eso, se estaban instrumentando desvíos hacia las rutas provinciales 64, 65 y 66.