El sistema capitalista jamás tuvo como objetivo otra cosa que el lucro, solo favorece a una reducida porción de la población la que goza de todos los placeres a expensas del sufrimiento de millones.

Como bien expresaron Marx y Engels en su Manifiesto de 1848: El capital ha ahogado el sentimentalismo en las frías aguas del cálculo económico del mero valor de cambio.

En Trelew, provincia de Chubut, se suicidó un docente de una escuela técnica de Vialidad Nacional. Acosado por la angustia generada por las medidas de ajuste económico crónico y brutal. En los últimos dos años y medio ya se produjeron 300 suicidios por causa del plan de empobrecimiento masivo. También ha crecido exponencialmente el número de personas en situación de calle, de seres humanos indigentes.

Los gerenciadores del gobierno del Estado argentino cumplen al pie de la letra lo que denunció el anarquista Bakunin, refuerzan la represión estatal contra la rebeldía popular. En tanto, continua la orgía financiera, bonos por doquier, timba de mercaderes.

Los políticos en su juego preelectoral y nosotros, hartos ya de estar hartos, convencidos que debemos persistir en la lucha y ganar las calles.