"Nos están cagando a balazos de goma, gases, nos están reprimiendo. Han reprimido a las familias de nuestros compañeros", denunció el secretario general de la imprenta Artes Gráficas Rioplatense (AGR) Pablo Viñas poco después del operativo de la Policía de la Ciudad que esta tarde liberó de forma violenta el ingreso a la planta del Grupo Clarín, ubicada en Pompeya, de donde fueron despidos 380 empleados, quienes mantienen la toma de las instalaciones en defensa de sus puestos de trabajo. La Federación Gráfica Bonaerense, por su parte, que en la víspera denunció que la empresa "insiste en dejar de lado el convenio para implementar reglas propias", decidió un paro de 24 horas en repudio a la represión y en solidaridad con los despedidos.
Los trabajadores denunciaron que entre los heridos por la represión policial está el delegado de la Comisión Gremial Interna, Ezequiel Gatti, quien recibió tres impactos de bala de goma. El violento operativo policial ocurrió cuando se hacía una asamblea para escuchar la nula respuesta del Grupo Clarín en la primera reunión de conciliación que se realizó este mediodía en el Ministerio de Trabajo.
"Escuchábamos el el resultado de la reunión que el sindicato mantuvo en Trabajo cuando las fuerzas policiales reprimieron al personal con balas de goma. Gatti recibió dos balazos en la cabeza y uno en la espalda", relató el delegado Leonardo Hasur y resaltó que la planta "está rodeada" además por personal de Gendarmería. "Es una verdadera vergüenza que las fuerzas de Gendarmería Nacional custodien los despidos en beneficio de la compañía", repudió Viñas.
La reunión realizada en la cartera laboral estuvo encabezada por el titular del gremio gráfico, Héctor Amichetti, y según Viñas "no hubo respuestas y fue un verdadero fracaso". "Sobra el trabajo en la planta de Pompeya. Se trata de un cierre trucho y de cesantías dispuestas para luego contratar gente precarizada y obligarla a cumplir tareas en negro. Clarín procura imponer talleres clandestinos, cuando en el establecimiento están las máquinas más modernas de la región", puntualizó Viñas.
"Es una verdadera vergüenza que los funcionarios de Trabajo hayan dicho esta tarde en la audiencia que el conflicto los excede. La autoridad administrativa de aplicación debe tomar cartas en el asunto de inmediato y, de ser cierto que el tema los supera, tienen que renunciar, porque Clarín está violando la Ley 24.013. No puede despedir sin que medie convocatoria de acreedores, quiebra o concurso preventivo", sostuvo el secretario general de la Comisión Interna.
El Grupo Clarín, controlante de AGR, anunció ayer por la mañana a través de un comunicado pegado en el ingreso de la imprenta los 380 despidos y convocó a los trabajadores a retirar la liquidación de sus indemnizaciones con el argumento de que la disminución de personal formaba parte de "un proceso de fuerte reconversión para responder a las nuevas demandas del mercado gráfico", tras "cuatro años de pérdidas".
Sin embargo, los trabajadores aseguraron que hasta el cierre de la planta estaban "tapados de trabajo" y que se realizaron maniobras de vaciamiento, reenviando los insumos a otras imprentas.
Frente a esta situación, la titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se acercó hasta la planta de Pompeya para hablar con los trabajadores que están sosteniendo la toma y pidió a la sociedad en general que se acerque a respaldarlos. "Los compañeros están arriesgando, están todos rodeados, no tengamos miedo compañeros. Sobre todo, todos los que tienen trabajo tienen que estar acá. Súmese porque mañana puede ser usted", convocó Hebe.
Mientras tanto, la policía también mantiene vallada y cortada al tránsito la calle Tacuarí al 1800, donde se encuentran las oficinas del Grupo Clarín y funciona la redacción del diario. La Comisión Interna del periódico, que también repudió la represión de la jornada, se solidarizó con los operarios e inició una colecta de alimentos para respaldar la toma de la imprenta.