Mientras una mujer civil y once uniformados de Merlo son enjuiciados por segunda vez acusados del crimen de Fabián Gorosito, ocurrido en noviembre de 2010, y torturas a otros tres jóvenes, los querellantes denunciaron que fueron amenazados por policías. La denuncia sostiene que el pasado 28 de septiembre, por la noche, después de una reunión en el domicilio del abogado querellante, móviles policiales -uno de ellos sin patente- a alta velocidad y con las sirenas encendidas rodearon el auto en el que se trasladaban María Viera, madre de Fabián, y los tres jóvenes querellantes. Los móviles policiales anduvieron a la par del auto en el que viajaban ellos a lo largo de unas 20 cuadras. Durante la reunión ya habían notado la presencia de vehículos sin identificar.
La amenaza explícita es una más de una grave serie de hechos que vienen sufriendo los querellantes desde el inicio de las audiencias. Seguimientos con móviles no identificados, automóviles apostados en los domicilios particulares con ocupantes que toman fotografías de las personas involucradas en el juicio, un imputado que merodea el colegio donde asiste el hijo de una de las víctimas, otra de las víctimas que encuentra a sus perros envenenados. La Comisión Provincial por la Memoria presentó un habeas corpus preventivo a favor de todos ellos ante el Juzgado de Garantías 6 de Morón. En el primer juicio, concluido en 2013, los policías fueron absueltos, pero la apelación demostró que el proceso había sido trucho.