Una grieta de 130 metros de largo mantiene en vilo a la localidad entrerriana de Diamante. El gobierno municipal declaró la emergencia en la zona costera del Río Paraná y aceleró la evacuación de algunas de las 60 familias que viven sobre la barranca, que se espera se desmoroné en los próximos días, ubicada a siete cuadras del casco histórico. La "falla geotécnica" se produjo por la saturación del suelo, de composición arcillosa, con las crecidas del río que, cuando se retira, provoca deslizamientos, según detallaron las autoridades municipales. El último gran deslizamiento registrado en la localidad ocurrió a fines de la década del 70, cuando un fenómeno similar barrió con parte de la zona costera.
La falla se detectó el sábado pasado pero no puede precisarse cuándo cederá la barranca, por lo que se conformó un Comité de Crisis en el que participan el municipio y funcionarios provinciales y nacionales. "El volumen de bloques con nivel de amenaza de desplomes ocupa una franja de aproximadamente 130 metros de largo, 12 metros de ancho y 10 metros de profundidad", precisó el primer informe oficial sobre el caso.
"Cuando empezamos a decir que había riesgo de vida, la gente no lo tomó en serio porque la falla se veía apenas arriba, pero iba por abajo. Hay huecos de un metro de ancho y 40 de profundidad. Realmente es preocupante. Hay casas afectadas a unos cuatro o diez metros", advirtió el intendente, Lénico Aranda, quien adelantó que "caerse se va a caer, ahora o en un mes".
Los habitantes de Diamante, una localidad de 25 mil habitantes, iniciarion campañas de respaldo a sus vecinos bajo el hashtag #NoEstásSoloBarrioUrquiza y se inició una colecta para asistir a familias damnificadas, en particular con alimentos no perecederos, agua, ropa y calzado; frazadas, pañales, artículos de limpieza y artículos de higiene personal. Debido a que el barrio Urquiza también es conocido como Cristo Pescador, por el monumento al santo de la actividad pesquera, también circularon cadenas de oración.
Las familias de la zona de emergencia del barrio Urquiza directamente afectadas por el desmoranamiento son 64. Algunas de ellas ya respondieron al alerta de evacuación hecho por el municipio y, según informó Defensa Civil, se reubicaron en casas de familiares, aunque hay centros de evacuación listos para quienes no pueden trasladarse a otro lugar.
“El suelo está compuesto por arcillas muy plásticas que se saturan durante las crecidas del río y cuando ocurre la bajante se producen desplazamientos. Se trata de una falla geotécnica”, explicó la arquitecta y viceintendenta Leila Recalde, en diálogo con TN. El último gran corrimiento de la barranca costera de Diamenta se registró entre 1975 y 1978, cuando barrió con la costanera local.
El fenómeno geológico también abrió otra grieta política respecto de la realización de obras entre los integrantes de la UCR local, que integran el gobierno municipal gestionado por Cambiemos, y el PJ del gobernador Gustavo Bordet, aliado de Cambiemos a nivel nacional. Según denunció la viceintendenta, las gestiones anteriores no continuaron las obras iniciadas a mediados de la década del 90, con financiamiento del Banco Mundial, que tenían como objetivo estabilizar la zona costera, en la que también se ubicó el puerto de aguas profundas de Diamante. El PJ local, por su parte, apuntó al intendente Aranda por la utilización de los fondos recibidos directamente del Tesoro Nacional.